Rosales, Chih.- Desde la presa Las Vírgenes, una de las
zonas más importantes para el riego y la producción agropecuaria del
estado, el alcalde Marco Bonilla expresó su respaldo absoluto a las y
los productores chihuahuenses y advirtió sobre los riesgos que
representa la propuesta de reforma a la Ley de Aguas Nacionales
impulsada desde la Federación.
Bonilla
Mendoza destacó que los agricultores de esta región, han vuelto a
levantar la voz no solo por ellos y sus familias, sino por todo
Chihuahua. “Cuando el campo se manifiesta, lo hace por todos nosotros.
Lo que pasa aquí repercute en todo el estado”, afirmó.
De
igual manera, alertó que la nueva Ley de Aguas es una amenaza para todo
el país porque violenta derechos adquiridos, pretende impedir que las
concesiones de agua puedan heredarse y desconoce la realidad productiva
del campo. “No se puede pensar que cuando fallezca el titular de una
concesión se van a cerrar pozos que sostienen huertas con árboles de 50 o
100 años. Es una visión ingenua, hecha desde un escritorio y sin
conocer el campo”, señaló Marcó Bonilla.
Recordó
que Chihuahua depende mayoritariamente del agua subterránea para su
riego y producción de alimentos, por lo que decisiones mal encaminadas
pondrían en riesgo la economía y el abasto de alimentos en todo el
estado. “El agua no se juega. No se pueden promover cambios que afecten
el acceso a un recurso vital para la producción agrícola, para miles de
familias y para la vida digna en nuestras ciudades”, insistió.
Bonilla
llamó al Gobierno Federal a evitar imposiciones y a abrir un proceso
serio de análisis y discusión de la ley, evitando aprobarla “fast
track”. Puntualizó que es urgente el diálogo y la construcción de
acuerdos, pues no se puede imponer una sola visión centralizada que
desconozca la realidad.
El
edil también expuso el abandono económico que vive el campo, destacando
que mientras el agricultor recibe 5 mil 200 pesos por tonelada de maíz,
cuando producirla cuesta cerca de 6 mil, se destinan apoyos de 8 mil
480 pesos a jóvenes que no estudian ni trabajan.
“Esto explica por qué el campo ruge. Es resultado del abandono, no de otra cosa”, expresó.
Previo
a su participación en un foro de sustentabilidad organizado por la
Fundación Konrad Adenauer, Bonilla recordó su trayectoria técnica en la
materia hídrica: fue subdirector de Administración del Agua en CONAGUA y
actualmente asesora a sectores productivos en temas ambientales.
“Conozco este tema y sé lo que está en juego. Por eso mi apoyo es total
para agricultores y ganaderos. No están solos”, señaló.
Finalmente,
hizo un llamado a toda la ciudadanía, sin distinciones políticas; “La
lucha por el agua es una lucha por la vida y por un campo con precios
justos. Esta causa es de todos. Si no nos van a ayudar, que por lo menos
no nos quiten. Cuenten conmigo. Chihuahua nació del campo, la minería y
la ganadería. No podemos permitir que se decida por nosotros desde
lejos, sin entender nuestra realidad”.

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