Seann William Scott, recordado por millones como el
irreverente “Stifler” de American Pie, atraviesa un divorcio que no solo
lo ha enfrentado a su exesposa, Olivia Korenberg, sino que también
expuso públicamente la magnitud de su fortuna.
El
actor de 48 años reveló ante la corte que sus ingresos mensuales rondan
los 110 mil dólares por su trabajo en cine y televisión, a los que se
suman 45 mil en regalías y 31 mil en dividendos e intereses. A eso se
añade un patrimonio que impresiona: 158 mil dólares en efectivo, 12.2
millones invertidos en acciones y bonos, y propiedades valuadas en 18.7
millones, incluyendo tres casas en Los Ángeles.
Su
declaración también detalló bienes más terrenales, como un Honda
Passport de 55 mil dólares, un Mini Cooper de 30 mil, muebles por 171
mil, joyas por 650 y una colección de arte que alcanza los 93 mil. Todo
esto acompañado de un estilo de vida con gastos mensuales de casi 60 mil
dólares, entre impuestos, reparaciones, alimentación, entretenimiento y
hasta 500 dólares para su celular.
El
contraste con sus comienzos es abismal. Scott confesó que por la
primera American Pie (1999), que recaudó 235 millones de dólares, apenas
cobró 8 mil. “Me compré un Thunderbird usado y después terminé
trabajando en un zoológico vendiendo churros. Tal vez fueron incluso
menos de 8 mil”, recordó entre risas. Años más tarde, para American
Reunion (2012), su cheque alcanzó los 5 millones, al nivel de su
compañero Jason Biggs.
La
historia con Olivia Korenberg comenzó con una boda privada en 2019,
pero cuatro años después el matrimonio se quebró. El divorcio se
formalizó en 2024 con un acuerdo de custodia compartida para su hija
Frankie, de cinco años. Sin embargo, la paz duró poco. Ella lo acusó de
intentar desalojarla de la casa de 3.3 millones en la que vivía con la
niña, mientras que Scott aseguró que la decisión de vender fue
recomendación de sus asesores financieros y no represalia por su nueva
relación.
El conflicto
escaló a una batalla por los honorarios legales. El actor ya ha
desembolsado más de medio millón de dólares en abogados, mientras
Korenberg insiste en que los costos son justificados. Él incluso le
ofreció comprarle una vivienda cerca de su casa en Venice, California,
pero según su equipo legal, ella “no estaba interesada”.
En
medio del proceso, Scott continúa activo en su carrera. Recientemente
apareció en las series The Righteous Gemstones y Shifting Gears,
mientras libra en paralelo un juicio que ha dejado al descubierto tanto
los éxitos como los tropiezos de su vida personal.
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