En el año 1640 existió un capitán hoIandés llamado
WiIIem van der Decken, que hizo un pacto con el DiabIo para pedirle que
su barco pudiera surcar los mares por siempre sin importar los retos
naturales que pusiera Dlos en su camino. Esta leyenda recibe el nombre
de 'El hoIandés errante'.
Poco
después de zarpar, la tripulación fue afectada por una terrible peste.
Algunos culparon al DiabIo, que habría faltado a su promesa; otros
sostuvieron que la epidemia fue enviada por Dlos, quien se habría
enojado con el capitán por haber pactado con el maIigno. Las discusiones
entre los marineros fueron encarnizadas pero no duraron mucho tiempo,
pues pronto comenzaron a faIIecer a causa de la enfermedad.
Intentaron
desembarcar numerosas veces, pero en ningún puerto se lo permitían, por
miedo a contraer ellos también la peste. Así continuaron navegando sin
posibilidad de pisar tierra firme, y fueron lanzando al mar los cuerpos
de sus compañeros caidos, hasta que solamente WiIIem van der Decken
quedó vivo.
Aún en la
actualidad son muchos los que han divisado este barco fantasma,
navegando a la deriva por los mares, y dice la leyenda que quien lo
salude correrá con el mismo destino. Muchos hallaron este barco vacío,
sin tripulación, pero hay quienes dicen que a pesar de la niebla que lo
rodea, puede verse la silueta de un hombre que está de pie inmóvil sobre
la cubierta. Ese sujeto es el capitán, convertido en un espectro,
condenado a navegar sin destino hasta el fin de los tiempos.
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