Evitar consumo de cigarro reduce el riesgo de padecer EPOC

-         Incrementa el riesgo de padecer enfermedades bronquio pulmonares y cardiovasculares

Como parte del Día Mundial Sin Tabaco que se conmemora cada 31 de mayo, la Secretaría de Salud exhorta a la población a evitar el consumo del cigarro y reducir el riesgo de padecer la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Esta enfermedad es común en personas que aspiran el humo del tabaco o carburantes de origen orgánico.

El EPOC se puede presentar en dos formas diferentes, ya sea bronquitis crónica que implica tos prolongada acompañada de moco, así como enfisema o daño a los pulmones.

Los riesgos de padecer la enfermedad, aumentan debido a las sustancias que irritan y dañan los pulmones, las cuales se presentan principalmente en el cigarro. Por ello se busca crear conciencia en los habitantes para desarrollar actividades físicas para mejorar la condición de los pulmones, y al mismo tiempo reducir el consumo del tabaco, hasta llegar a su abstinencia.

De enero a la fecha se tiene un registro estatal de 65 muertes a causa del EPOC, de las cuales 34 se han presentado en hombres y 31 en mujeres; mientras que en 2018 se presentaron 679 defunciones, siendo 428 en hombres y 251 en mujeres.

Por ello se recomienda que las personas mayores de 40 años de edad que estén expuestas a químicos, polvos laborales, humo de biomasa y al humo del tabaco, se realicen una prueba de espirometría, que consiste en soplar con fuerza en una maquina pequeña que evalúa la capacidad pulmonar.
La espirometría permite establecer el diagnóstico de la enfermedad, cuantificar su gravedad, estimar el pronóstico, monitorizar la evolución de la función pulmonar, evaluar  respuesta al tratamiento y valorar la gravedad de los episodios de exacerbación.

En caso de presentar tos con o sin flema constante, infecciones respiratorias y dificultades al respirar (disnea), se recomienda acudir a su centro de salud correspondiente para ser valorado.

La disnea se mide mediante cinco grados, de los cuales van del 0 al cuatro, pues comienza con la falta de aire ante la actividad física o ejercicio intenso. El grado 1, se presenta cuando la persona siente ahogo al caminar rápido en lo plano o al subir una escalera o pendiente suave.

El grado 2, se identifica con la falta de aire a la hora de caminar en lo plano más despacio que una persona de la misma edad. Mientras que el grado 3, es la falta de aire y fatiga que obliga a detenerse cada que se camina una cuadra o 100 metros.

Por último, el grado 4 se determina cuando el paciente siente ahogo a la hora de realizar actividades simples como bañarse o vestirse.

Una vez identificada la patología por el médico especializado se comienza con un tratamiento en la que se trabaja con el paciente para mejorar su salud.

Comentarios