Uno de los líderes responsables de los bloqueos por el gazolinazo que tanto daño hicieron a la economía estatal al inicio de este 2017, quien se ostenta como luchador social, es en realidad un defraudador de oficio, quien debe, desde el 2015 más de 347 mil pesos, por adquisición de grandes cantidades de combustible que utiliza para su empresa.
José Edgar Olivas Balderrama, delegado estatal de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram), quien representa por consiguiente los intereses de todo un gremio, ha hecho múltiples manifestaciones en contra del gobierno, acusando de corrupto y demás dotes, debido a la alza de precios en el combustible, cuando él en su actividad empresarial se da el lujo, desde hace años, de comprar gasolina y no pagarla.
Fraude, estafa o robo, el hecho es que no se puede salir a las calles con bandera de luchador social cuando su negocio se sostiene a base tranzas.
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