"Viví como indigente debajo de un puente"


MARIO DE JESÚS BARRERA

Actualmente se encuentra en proceso de rehabilitación y ya tiene algunos años bien. De 36 años, originario de Los Mochis, Sinaloa, nos cuenta su historia en el mundo de las drogas, que inició con la mariguana a la edad de 13 años, al sentir que ya los efectos que ocasionaba en su cuerpo no eran los mismos, decidió experimentar con otras sustancias más agresivas como la cocaína, luego se involucró con el Cristal.

Cuenta que proviene de un hogar desintegrado, por lo que lamentablemente no tuvo la confianza de acercarse a personas que pudieran ayudarlo a caer en las drogas, a pesar de saber que eran dañinas y que estaba en riesgo su vida, lo que le acarreó grandes problemas como el estar en la cárcel, vivir como indigente debajo de un puente e involucrarse en robos para seguir adquiriendo drogas, a pesar de que su madre siempre se esforzó por darle lo mejor que pudo, lo cual en su tiempo, el no  supo valorar

A los 15 años emigró a Tijuana y fue cuando hizo contacto con el Cristal y esta droga no le permitía dormir ni comer, únicamente sentía deseo de seguir consumiendo, por lo que después de una semana perdió el sentido y la noción del tiempo, se comenzó a llenar de ronchas, debido a los químicos corrosivos que contiene el Cristal y tuvo un desequilibrio mental.

Actualmente Mario apoya  jóvenes que tienen este problema, los cuales a pesar de tener entre 18 o 19 años, ya se encuentran bajo tratamiento psiquiátrico, debido a los efectos de esta droga en el cerebro. Es muy difícil salir de la droga, ya que tan solo para desintoxicarse, se requieren 18 meses.


El Cristal, lamentablemente es una droga cuyo uso está proliferando mucho en la sociedad, principalmente entre los jóvenes, por lo que les recomienda que no se dejen engañar, ya que los primeros contactos con cualquier sustancia generan placer, como la mariguana, pero la adicción va creciendo y te brincas a otra sustancia más dañina. Hay muchas vidas truncadas a raíz del uso de las drogas “Vivir mucho o poco es cosa de Dios, Vivir bien o mal, es cosa de uno”. Tengan mucho cuidado con quien se relacionan. Si tienen algún conflicto emocional o personal, busquen ayuda con quien realmente los pueda ayudar.

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