Seguro médico del IMSS salva la vida a estudiante universitario


Para Vicente Navarro Rodríguez, de 24 años, quien actualmente cursa el sexto semestre de mecatrónica de la Universidad Tecnología de Chihuahua, ha sido de importancia vital contar con el servicio médico del IMSS, mediante el cual el pasado mes de julio fue intervenido por un padecimiento cardiaco. La intervención oportuna y exitosa le permitirá continuar realizando sus estudios.

Vicente es uno de los 156 estudiantes de nivel medio superior y superior del estado de Chihuahua que recientemente recibió el beneficio de afiliarse al Seguro Social, y gozará de este servicio médico gratuito hasta que concluya con sus estudios.
 
Como otros muchos otros jóvenes universitarios desconocía su estado real de salud y carecía de servicio médico. “Básicamente, si tenía algún padecimiento, pues acudía a algún servicio particular, lo que resultaba muy oneroso”, relata.

El 28 de julio de este año ingresó al área de Urgencias del Hospital Morelos del IMSS, por una crisis hipertensiva, que derivó en un espasmo cardiaco, lo cual los médicos catalogaron como infarto, por lo que tuvo que entrar a una intervención urgente de cateterismo.

“Aquí en la escuela ofrecieron el servicio médico del Seguro Social, opté por tomarlo; de hecho fue en junio de este año. Primero me dieron mi número de Seguro Social; después fui a darme de alta en la clínica que me correspondía, en donde me asignaron consultorio médico. Posteriormente, fui al área de Medicina Preventiva en donde me revisaron mi peso, mi índice de masa corporal, colesterol, glucosa, entre otras cosas, para darme un informe detallado de mi estado de salud”, narra emocionado.

Luego, añade, “coincidentemente, a los días, tuve presión alta, que me propició dolores intensos por lo que me atendieron en el hospital, en donde me hicieron diversos análisis y me controlaron la presión; posteriormente me dio un espasmo cardiaco, que interpretaron como un infarto. Ahí me dieron el medicamento necesario para poder curar unos coágulos; es decir, sanar el corazón; luego me realizaron una intervención de cateterismo para verificar las coronarias. Gracias a Dios todo salió bien y todo quedó en un susto”.

Después, relata, “estuve en recuperación, me hicieron varios procedimientos; me estuvieron monitoreando. Con el paso de los días seguí sanando, y actualmente ya estoy mejor”.

De no haber contado con el servicio del IMSS, seguramente el servicio privado me hubiera costado entre los 25 mil o más de los 50 mil pesos. Realmente sí fue una ayuda muy grande la que obtuve, por medio de este servicio que me brindaron por estar estudiando”, enfatizó.

Con esta experiencia, Vicente recomendó a los jóvenes lo siguiente: “No se confíen de cómo nos sentimos; a veces nos sentimos bien y al otro instante podemos pasar al otro extremo. Aprovechen la oportunidad que tenemos, como estudiantes, de gozar con un servicio médico; aprovéchenlo, porque se trata de una seguridad económica, pero sobre todo de atención permanente de salud”.


Finalmente, comentó que “toda mi familia está muy agradecida con este servicio, porque fue un alivio el que me atendieran de manera oportuna y haber salido bien; además del alivio económico que esto representó para nosotros, fue una verdadera bendición”.

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