La violencia no es el camino


El Gobierno del Estado de Chihuahua reprueba los hechos violentos que promovieron y protagonizaron este día activistas de la Unión Ciudadana y del Partido Acción Nacional que dejaron un saldo de 9 policías estatales lesionados y daños cuantiosos a las instalaciones de Palacio de Gobierno.
El Estado de Chihuahua se recuperó de una dolorosa crisis de violencia a causa de la delincuencia organizada y por ningún motivo puede regresar al escenario de caos y zozobra en que vivieron los chihuahuenses por varios años.
A lo largo de  cinco años y medio, este gobierno se ha caracterizado por el absoluto respeto a la libertad de expresión y a la libre manifestación de las ideas; por lo que condenamos de manera enérgica la manipulación de doscientos ciudadanos hecha por los lideres Jaime García Chávez, Víctor Quintana, Diputado Rogelio Loya, Diputada Ana Gómez Licón, Oscar Castejón, Gabino Gómez y Benjamín Nogueira, que desembocó en violencia y ataque a las instituciones.
Reiteramos que la violencia no es el camino y que el estado de Derecho debe imperar sobre la anarquía y el caos que están patrocinando los lideres antes  mencionados, de lo cual los propios medios de comunicación tienen evidencia gráfica.
Se informa también a la opinión pública que las fuerzas del orden actuaron de acuerdo a la ley para salvaguardar la integridad física de los empleados y empleadas que laboran en las oficinas de Palacio, y que quedaron incomunicados por el sitio que establecieron en todo el perímetro del edificio gubernamental los violentos manifestantes.
De los daños y lesionados hay elementos suficientes para que se haga la consignación a las autoridades correspondientes, al igual que de los 20 detenidos que irrumpieron con violencia por las puertas y ventanas de palacio.
La Fiscalía General del Estado abrió también una averiguación previa por los daños que sufrió una patrulla oficial y el robo de 2 armas cortas calibre 9 milímetros y dos largas calibre 223.


El Gobierno del Estado reitera su decisión de no permitir que el ambiente de paz y armonía que hizo de Chihuahua un ejemplo nacional de recuperación frente a la crisis de inseguridad, sea enrarecido por un grupo de anarquistas que en su discurso incitan a la violencia apoyados por profesionales del desorden.

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