De cosas buenas, malas y feas.


Ruta Olímpica

Por José Luis Barraza Infante 

LO BUENO.- Al sumarse desde la semana pasada el juarense Carlos Navarro, de taekwondo, a la lista de calificados a los Juegos, son ya dos los chihuahuenses seguros en la delegación mexicana; la primera, desde hace algunos meses tal y como se ha mencionado anteriormente, fue Tamara Vega, de pentatlón moderno. De continuar la tendencia hacia Rio por parte de los marchistas Horacio Nava y Julio César Salazar además de la judoca Vanessa Zamboti, es muy probable que el número en la delegación sea superado respecto a los últimos siete JJOO, porque ahí están los boxeadores en el preolímpico de Argentina, así como los nadadores y otros más que también pueden dar las marcas o puntajes.
LO MALO.- El que se quedó fuera ya con el vuelo listo, fue Jared Barraza, por razones de reglamento, ya que le fue registrado un nocaut en su último combate y debían transcurrir por lo menos 30 días para poder contender, según informó el presidente de la Asociación Estatal de Boxeo, Omar Salido Angulo.
Los que siguen en el ojo del huracán son los rusos porque el equipo de voleibol varonil puede quedar fuera de Rio, a causa del positivo que dio en el control antidoping Alexandr Markin a quien se le encontró meldonium en un juego preolímpico contra Alemania, a quien vencieron para calificar. Este caso hace crecer el problema para toda la delegación rusa, dada la situación que por el mismo motivo tienen los de atletismo; concretamente en el caso del voleibolista, la autoridad competente, dígase Federación Internacional de Volibol, emitirá su dictamen el 19 de abril. 
LO FEO.- Mientras que para muchos el problema político por el que está atravesando Brasil es una seria amenaza para los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro en agosto próximo, los optimistas esperan que los millones de ciudadanos que han salido a las calles exigiendo la caída de la presidenta Dilma Rousselcgff a quien le achacan actos de corrupción aguarden en casa o al menos no boicoteen la fiesta deportiva. 
Ekexepía o ekecheiria, por sus orígenes etimológicos, cita la literatura como “promesa de tregua olímpica”, que significa llanamente la suspensión de las acciones bélicas para permitir los juegos en la ciudad de Olimpia en la antigüedad.
Pareciera exagerado, pero a cinco meses del evento más importante del orbe se antoja urgente una solución. Aquí la prueba de fuego y la pregunta sobre qué será más difícil: ¿organizar técnicamente los JJOO o contener los embates políticos? El sentido común de los optimistas dice que llegada la fecha se impondrá la negociación manteniendo a  la ciudad sede en el estatus de territorio neutral.
A la problemática habrá que sumarle el oportunismo de los grupos contrarios a los gobiernos para magnificar  sus exigencias al ser beneficiados por los reflectores que de manera natural están enfocados a la ciudad organizadora, tal y como ha sucedido en repetidas ocasiones en otros años. Ojala y que Rio de Janeiro, segunda sede latinoamericana de Juegos Olímpicos después de México 68, no sea manchada por acontecimientos vergonzosos.

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