Por José Luis Barraza Infante El 13 DE AGOSTO DEL 2004, unas horas antes de que fueran inaugurados los Juegos Olímpicos de Atenas, platiqué con la maestra de idiomas Rita Canelupulus. Palabras más, palabras menos, ella fue clara al decir que no todos los griegos estaban contentos con el Movimiento Olímpico; comentó que algunos dicen que los comerciantes se apoderaron de lo que les pertenece y que ahora los venden en todo el mundo anteponiendo intereses económicos. Señaló que esa era la razón por la que en su mayoría serían extranjeros los asistentes en los escenarios, ya que los locales seguirían trabajando como en cualquier día y por la tarde se retirarían a sus hogares, y así se percibió. Claro que tales declaraciones contrastan con otros razonamientos que señalan que los Juegos pertenecen a toda la humanidad, incluso también se escucharon voces en torno a la aportación que hicieron los griegos al mundo. De todo lo anterior me acordé cuando el sábado 16 del presente, vi la publicación de una nota fechada en Suiza y que El Heraldo de Chihuahua tituló: “Comité Olímpico Internacional ¡También en la mira!, se indagará sobre denuncias de posibles sobornos para designar a Tokio sede de Juegos Olímpicos 2020”. Los reflectores los enfoca el propio COI hacia la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, IAAF, cuyo titular en su momento fue acusado de vender su voto a favor de Tokio y de retirar el apoyo a Estambul, además de intervenir para designar algunas sedes de Campeonatos Mundiales de la especialidad. En esos Juegos de Atenas Ruth Grajeda representó a México aunque vivió la mala experiencia de no ver acción en el relevo de 4 por 400 por decisión del entrenador cubano Raúl Barrera, quien optó por la suplente. Pero gracias a su tenacidad y reconocido espíritu de guerrera, cuatro años más tarde lo hizo en Beijing. “Lo importante es haber tenido un sueño que se convirtió en una meta, y el tener ese sueño en el inicio de tu carrera deportiva se transforma en trabajo, de un grupo multidisciplinario que lo logra, con adversidades que te forman el carácter”, comentó la ahora subdirectora del Instituto Chihuahuense del Deporte y Cultura Física, quien destacó valores como la constancia, dedicación, entrega y fortaleza. Entre muchas otras adversidades, Ruth recuerda haber enfrentado cinco cirugías; y entre quienes le ayudaron, en primera instancia cita a su familia, después al Gobierno del Estado y la Universidad Autónoma de Chihuahua que fue y sigue siendo su casa, reconociendo también a entrenadores, fisiatras, psicólogos y a la propia Federación Mexicana de Atletismo. “Fueron muchos elementos que al sumarse hicieron posible mi participación en Juegos Olímpicos”, reiteró la velocista multicampeona nacional, oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Cartagena de Indios 2006, en Colombia, con múltiples de exitosas participaciones en otros eventos de corte internacional como campeonatos Iberoamericanos, en los que también subió al podio. Actualmente, además de ser funcionaria en el ICHDyCF es catedrática en la Facultad de Ciencias de la Cultura Física de la UACH.
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