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El
dolor y pulsaciones en la cabeza pueden ser síntomas de intoxicación leve
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No
basta con sólo apagar la calefacción; hay que separarse de la fuente que está
produciendo el monóxido y exponerse al aire fresco, así se garantiza la
oxigenación del cuerpo
En la temporada invernal, el uso de los distintos
artefactos de calefacción puede provocar una serie de problemas de salud, que
aún sin llegar a ser tan dramáticos como la intoxicación severa, ocasionan
molestias y malestares.
El motivo de muchas consultas médicas en la época del
frío es precisamente el dolor de cabeza por efecto de calefacciones, sin llegar
a presentar una intoxicación fuerte
Pulsaciones en las sienes y sensación de cabeza
atiborrada son signos que no necesariamente nos ponen en un estado de alerta,
pero sí pueden reflejar síntomas de intoxicación leve o falta de oxígeno en el
cuerpo.
Esto sucede cuando en las casas están prendidos los
aparatos de calefacción y no hay suficiente escape de monóxido de carbono, de
manera que éste se acumula y sustituye el oxígeno.
El síntoma de intoxicación leve, como el dolor de cabeza,
puede desaparecer rápidamente si se maneja correctamente la situación.
Especialistas del Centro de Toxicología de Pensiones Civiles del Estado indican
que no basta con sólo apagar la calefacción; hay que separarse de la fuente que
está produciendo el monóxido, exponerse al aire fresco y así se garantiza la
oxigenación del cuerpo.
Cuando personas con esos síntomas llegan a urgencia, se
les colocan las bolsas de oxígeno.
Pacientes con alta presión arterial o con antecedentes de
migraña son más susceptibles a detectar niveles elevados de monóxido en el
ambiente.
El monóxido de carbono es un químico producido a partir
de combustión incompleta de gas natural u otros productos que contengan
carbono.
Cuando una persona inhala monóxido de carbono, el tóxico
reemplaza el oxígeno en el torrente sanguíneo y, como consecuencia, el corazón,
el cerebro y el cuerpo sufrirán por la falta de éste.
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