*Pagar
la deuda significaría dejar sin comer a mi familia por meses, expresó Martha,
quien fue recibida por el personal de trabajo social de la JMAS
Martha
Martínez es una mujer de 55 años de edad que padece una lesión en el corazón y
esto le ha impedido trabajar y aportar al sustento familiar. Ella vive en la
colonia 2 de Octubre con su esposo Juan Ramón y su nieta, la pequeña “Camila”,
de 8 años. Hasta hace unos días, los hombros y la economía de Martha cargaban
con un adeudo que por los últimos 15 años se fue acumulando en el recibo de su
servicio de agua. No obstante y luego de un acercamiento con el área de trabajo
social de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, a Martha le fue otorgado un
descuento de hasta el 90% sobre el total de su deuda, por lo que expresó haber
recuperado la tranquilidad ya que ahora está en condiciones de ponerse
nuevamente al corriente con sus pagos.
Acompañada
de Camila, quien disfrutaba los días que le restaban de vacaciones antes de
volver a la primaria Miguel Hidalgo, Martha acudió a las oficinas de la JMAS en
la Avenida Ocampo. Según confesó, estaba un “poco temerosa” de la respuesta que
podría encontrar por parte de los funcionarios del organismo descentralizado,
ya que su deuda era de “muchísimo dinero”, tanto que el ingreso de su marido de
58 años, quien trabaja como ayudante de soldador, no podría costear, y aunque
se dedicara todo su salario a pagar el rezago, esto significaría dejar sin
comer a la familia por meses.
En
la entrevista con el personal del área de trabajo social, Martha explicó que
nunca quiso dejar de pagar su recibo de agua, pero su enfermedad y la difícil
situación económica que atraviesa en su casa, complicó cada vez más el
cumplimiento del pago. Ante esto, el funcionario público que la atendió, le
explicó que como ella hay otros casos en donde las necesidades de cubrir los
gastos del hogar han impedido que el usuario cumpla con el pago a tiempo, sin
embargo, dijo que la JMAS es sensible a este tipo de problemáticas y ofrece
soluciones a los ciudadanos que tienen a bien acercarse a exponer su situación,
independientemente de qué tan grande o pequeño sea el adeudo, siempre habrá una
propuesta para que la gente pueda regularizarse.
Después
de su entrevista en el área de trabajo social, Martha se veía más relajada,
incluso dibujando una sonrisa en el rostro, mientras Camila no dejaba de
abrazarla. La señora compartió que le habían otorgado un descuento del 90% y
que además iba a pagar en “abonitos” el saldo restante de su cuenta. Dijo que
la habían tratado muy bien, que el miedo que tenia de acercarse a “La Junta”
había sido producto de lo que ella imaginaba, iba a ser un trago amargo, y cuál
sería la sorpresa que se llevó al salir del inmueble, con sus pagos al
corriente y su cuenta regularizada, además de la buena atención que recibió de
parte del personal.
Martha
recomendó a quienes tienen adeudo con la Junta Municipal de Agua y Saneamiento,
acercarse al área de trabajo social para que puedan ayudarlos a regularizar su
cuenta, sin importar de cuánto sea el rezago, ya que en su caso la ayudaron
mucho, de tal manera que ahora tiene la tranquilidad de estar al corriente y puede
junto con su familia aprovechar el ingreso de su esposo en otras prioridades
como la educación de Camila.
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