Posicionamiento Comparecencia Desarrollo Rural


Por este conducto, y en representación de la coalición parlamentaria que conformamos los Grupos de los Partidos Verde Ecologista de México, del Partido del Trabajo, del Partido de la Revolución Democrática, del Partido Nueva Alianza, así como la representación del Partido Movimiento Ciudadano, los cuales hemos acordado el análisis y posicionamiento respecto a  los temas de la agenda institucional, planteados en el IV Informe del Gobierno del Estado, hago uso de este espacio para fijar nuestra postura en lo relativo al tema  de desarrollo rural en Chihuahua.
La Secretaría de Desarrollo Rural, tiene previsto desde su misión entre otras cosas, impulsar el desarrollo integral de las comunidades y las familias del campo chihuahuense, con equidad y justicia social. Hoy, derivado de este compromiso institucional, el IV Informe de Gobierno nos plantea acciones importantes mediante las cuales se ha apoyado los diversos sectores productivos con inversiones millonarias, que han permitido situar a Chihuahua en   el primer lugar nacional  en producción de algodón, durazno, manzana, nuez, chile, alfalfa, cebolla y avena;  y el cuarto lugar nacional como productor de leche. Esto indudablemente está sucediendo como históricamente ha sucedido, gracias a la intensa actividad que los productores despliegan en sus campos de cultivo, en sus huertos frutícolas, y con sus hatos ganaderos; y desde luego que debemos de reconocer que influyen para esto, los apoyos económicos de los programas del  gobierno, tanto federal como del estado. Sin embargo,  en muchos de los casos, los productores  siguen esperando una mejor respuesta de parte de los distintos órdenes de gobierno para que sus productos sean debidamente valorados en el mercado. Señálese si no, entre otros, el caso del mercado de la manzana  por ejemplo, el cual se ha visto enormemente afectado por la introducción de frutos extranjeros que son puestos en el mercado con menor calidad y mejor precio, lastimando el patrimonio familiar de quienes en ello han invertido enormes esfuerzos, golpeando seriamente la economía  estatal y generando un fuerte impacto en el empleo de la mano de obra chihuahuense.

Por otro lado, es justo reconocer los apoyos del gobierno estatal a través de la Secretaría de Desarrollo Rural para mejorar los precios y puesta en el mercado de productos agrícolas como el maíz y el frijol, los cuales, a pesar de los embates del mercado extranjero, siguen siendo base de la alimentación de nuestra sociedad. La producción de estos dos insumos básicos, es un tema que a nuestro juicio, requiere un análisis profundo, debido a que en los últimos veinte años o más, grandes extensiones de campos temporaleros en Chihuahua se encuentran ociosas, por lo cual requieren atención prioritaria para reactivar su vocación productiva, mediante políticas públicas cuidadosamente planeadas de manera muy específica para reactivar la agricultura en esos espacios. Al respecto, consideramos que es fundamental también la implementación de acciones que, en coordinación con las delegaciones del gobierno federal, revisen los  programas para el destino de recursos federales y del estado destinados a la producción agrícola, cuyo propósito sin duda es loable, pero que han sufrido un serio desgaste debido a que un importante número de campesinos utilizan los recursos  sin una supervisión, dejando de impactar realmente en la producción de estos alimentos, respecto a los cuales Chihuahua sigue siendo uno de los principales productores a pesar de los fenómenos que hemos citado, además de muchos otros problemas que viven los campesinos de la Entidad.
Preocupados por conocer acerca de los datos estadísticos de algunos programas que benefician a los productores chihuahuenses, accedimos a datos del año 2013 que nos llaman la atención, y que hoy nos interesa plantear en esta Tribuna, con el propósito de coadyuvar desde nuestra responsabilidad, y con el debido respeto a la división de poderes, para lograr un mayor beneficio que tenga como destino a los municipios y comunidades rurales y serranas.  Se trata de, al menos tres programas, mediante los cuales los productores del campo, de la ganadería y la acuacultura, reciben en Chihuahua importantes recursos del gobierno.
En el Programa de Desarrollo de Capacidades, Innovación Tecnológica y Extensionismo Rural por ejemplo, suman  250 los agricultores cuyos folios fueron aprobados, lo cual afortunadamente supera el 85%. Sin embargo, el dato relevante es que las comunidades de la sierra, en el padrón de beneficiarios apenas son  21 de 9 municipios serranos. Y llama la atención que de los montos, los cuales fluctúan entre los 49 mil,  a casi 5 millones de pesos, los más importantes -entre 1 millón 500 mil, 2 millones y 4 millones 873 mil pesos-, son para productores del Municipio de Chihuahua; los demás, que son de municipios rurales y serranos, apenas si reciben entre 35 y 110 mil pesos.
En el Programa de Apoyo a la Inversión en Equipamiento e Infraestructura, las inversiones más importantes también impactan principalmente a los municipios urbanos. El caso más emblemático es el de un proyecto en el padrón, que beneficia con 21 millones 250 mil pesos a un grupo de productores, y su origen también es el municipio de Chihuahua. Respecto a los restantes, del total de 17 comunidades de diversos municipios, sólo uno es de la región serrana, y este corresponde al Municipio de Balleza.
En materia de pesca, los proyectos productivos presentados para su aprobación, relacionados con los productores de peces, suman 158, de los cuales solamente 43 fueron aprobados; esto implica apenas el 27 por ciento de los proyectos que aspiraban a recibir apoyos de los gobiernos federal y del estado. Como dato adicional que nos refleja una vez más la ausencia de apoyo a los productores de peces de la región serrana y rural, es que todos los proyectos aprobados son únicamente del Municipio de Chihuahua, el cual recibió un total de 6 millones 191 mil 906 pesos, y ni un solo peso fue destinado a la sierra chihuahuense, en la que los productores de peces, por sus propios medios luchan para obtener, desde las concesiones de CONAGUA, hasta apoyos económicos del gobierno.
Lo anterior refleja el grado de organización que es posible alcanzar en municipios urbanos que tienen al alcance los medios de capacitación e información para resultar beneficiados de los proyectos productivos, y recibir las aportaciones federal y del estado, lo cual es loable y resultaría hasta plausible, si no quedara de manifiesto otra vez la inequidad para los productores de las áreas geográficamente desprotegidas.
Derivado de estos datos, es imperante que los campesinos, los productores forestales, acuícolas y ganaderos, cuyo propósito es el de mejorar sus condiciones y su nivel de vida, y de paso integrarse a la economía estatal  mediante proyectos productivos, reciban  los apoyos de orientación, capacitación y organización de parte de las instituciones responsables, con fundamento en lo que, para la Secretaría de Desarrollo Rural, establece la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo.
Con fechas recientes, el trabajo que de manera conjunta se ha realizado entre este Órgano Legislativo y la Secretaría de Desarrollo Rural con los productores agrícolas y ganaderos de Chihuahua, ha dejado evidencia que los instrumentos legales que se han construido para trabajar a favor de un desarrollo rural sustentable, no se han puesto en práctica con la pertinencia, la  oportunidad y la premura que este importante tema requiere, por lo que es necesario que las instituciones trabajemos de manera más estrecha, para que los beneficios de la Ley, expresamente reformada para conciliar la producción del campo con la sustentabilidad, sean efectivos; de lo contrario estaríamos ante letra muerta que en nada beneficia al desarrollo sustentable que tanto requiere Chihuahua.

Desde esta Tribuna, reconocemos los resultados que hasta hoy, ha tenido el Gobierno del Estado a través de esta Secretaría, respecto al extraordinario proyecto para el almacenamiento de aguas pluviales, mediante la construcción de importantes presas que favorecerán sin duda al campo chihuahuense,  acción sin precedentes en nuestro estado;  así como las acciones a  favor de la reforestación, al tratamiento de aguas residuales  y las energías alternativas. Al respecto, solamente plantearíamos la necesidad de redoblar el paso para poder aprovecharlos sin reservas y con equidad a favor del campo chihuahuense.
Otro tema sobre el cual el Informe de Gobierno no nos ofrece datos, es el trabajo que a favor de la capacitación y orientación sobre el conocimiento de la Ley y las Normas Oficiales Mexicanas que se relacionan con el tema, se requiere entre los productores agrícolas, forestales y  ganaderos; pues de las mesas de trabajo que recientemente se han realizado, resulta evidente la necesidad de fortalecer entre la gente del campo chihuahuense la cultura de la legalidad, auxiliándolos con la información que les permita el dominio de los esquemas normativos que les lleve a ser más competitivos en el mercado nacional e internacional, para continuar el crecimiento que evidentemente se ha mantenido, mediante el gran esfuerzo que realizan apoyados por los distintos órdenes de gobierno. Se trata de la suficiencia alimentaria, y  se trata también de fortalecer con todo el poder de las instituciones, a la clase campesina, forestal y ganadera que provee de sustento a los chihuahuenses.

Finalmente, hacemos un reconocimiento a la Secretaría de Desarrollo Rural por los avances obtenidos, patentes en el IV Informe de Gobierno. Sin embargo creemos necesario exhortar a la misma para  que dirija sus acciones de manera imperativa, concreta, y con políticas públicas útiles a fin de lograr el desarrollo pleno de los más vulnerables, de los que requieren orientación, de los  que tienen derecho al trato con equidad. De visualizarlos como prioritarios para acceder a los programas que les pueden ofrecer grandes oportunidades no sólo para el beneficio propio, sino para el Chihuahua productivo, y con vocación de sustentabilidad que nuestra sociedad requiere; entonces podremos hablar que efectivamente, se apoya a esa parte del campo chihuahuense que necesita ser tratado con verdadera justicia social.

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