Durante
siglos la iglesia a empleado la teología, la fe, los libros sagrados,
como argumento para justificar el celibato de sus sacerdotes, que
siempre les ha servido de herramienta, la cual les ha dado beneficios y
estatus a todos los dirigentes de dicha Institución, han retenido
propiedades, efectivo y un sinfín de objetos valiosos, aunque no se
dice, pero se da a entender que Jesucristo fue célibe, durante su
estancia en la tierra en donde según la Biblia, cuenta las vivencias de
Jesucristo como un ser de carne y hueso, el cual estaba tentado a tener
pensamientos impuros, como cualquier humano que sucumbe por una
necesidad de fornicar, para obtener el placer de una piel entonces, como
los jerarcas pueden dar por hecho que un mortal resistirá a la lujuria
que ocasiona un cuerpo desnudo.
La
iglesia en pleno siglo veintiuno maneja pensamientos débiles, los
cuales no se sostienen por el simple hecho de ser irracionales,
cualquier persona quiere tener la compañía de alguien, ya que los
individuos son netamente sociables, porque éstos son animales de
tradición, debido a la necesidad de una pareja, amor, una familia y a la
convivencia con otra persona, si el vaticano no fuera radical en sus
posturas y hubiera estado abierto a diversas opciones, no conoceríamos
las cruzadas, la santa inquisición, las misas negras, ni hombres ni
mujeres vencidos a la tentación y el deseo carnal que solo se pueden
satisfacer con la fornicación, las caricias que desahogan las ansias
reprimidas, no es posible en la actualidad hablar del celibato y las
mujeres como parte de un mal, culpables de despertar la lujuria en todos
los miembros de la Iglesia fundada por San Pedro, sin la apertura la
llamada casa de Jesucristo está condenada a la pederastia, a los abusos
sexuales, y la corrupción.
Durante
siglos la iglesia a empleado la teología, la fe, los libros sagrados,
como argumento para justificar el celibato de sus sacerdotes, que
siempre les ha servido de herramienta, la cual les ha dado beneficios y
estatus a todos los dirigentes de dicha Institución, han retenido
propiedades, efectivo y un sinfín de objetos valiosos, aunque no se
dice, pero se da a entender que Jesucristo fue célibe, durante su
estancia en la tierra en donde según la Biblia, cuenta las vivencias de
Jesucristo como un ser de carne y hueso, el cual estaba tentado a tener
pensamientos impuros, como cualquier humano que sucumbe por una
necesidad de fornicar, para obtener el placer de una piel entonces, como
los jerarcas pueden dar por hecho que un mortal resistirá a la lujuria
que ocasiona un cuerpo desnudo.
La
iglesia en pleno siglo veintiuno maneja pensamientos débiles, los
cuales no se sostienen por el simple hecho de ser irracionales,
cualquier persona quiere tener la compañía de alguien, ya que los
individuos son netamente sociables, porque éstos son animales de
tradición, debido a la necesidad de una pareja, amor, una familia y a la
convivencia con otra persona, si el vaticano no fuera radical en sus
posturas y hubiera estado abierto a diversas opciones, no conoceríamos
las cruzadas, la santa inquisición, las misas negras, ni hombres ni
mujeres vencidos a la tentación y el deseo carnal que solo se pueden
satisfacer con la fornicación, las caricias que desahogan las ansias
reprimidas, no es posible en la actualidad hablar del celibato y las
mujeres como parte de un mal, culpables de despertar la lujuria en todos
los miembros de la Iglesia fundada por San Pedro, sin la apertura la
llamada casa de Jesucristo está condenada a la pederastia, a los abusos
sexuales, y la corrupción.
Durante
siglos la iglesia a empleado la teología, la fe, los libros sagrados,
como argumento para justificar el celibato de sus sacerdotes, que
siempre les ha servido de herramienta, la cual les ha dado beneficios y
estatus a todos los dirigentes de dicha Institución, han retenido
propiedades, efectivo y un sinfín de objetos valiosos, aunque no se
dice, pero se da a entender que Jesucristo fue célibe, durante su
estancia en la tierra en donde según la Biblia, cuenta las vivencias de
Jesucristo como un ser de carne y hueso, el cual estaba tentado a tener
pensamientos impuros, como cualquier humano que sucumbe por una
necesidad de fornicar, para obtener el placer de una piel entonces, como
los jerarcas pueden dar por hecho que un mortal resistirá a la lujuria
que ocasiona un cuerpo desnudo.
La
iglesia en pleno siglo veintiuno maneja pensamientos débiles, los
cuales no se sostienen por el simple hecho de ser irracionales,
cualquier persona quiere tener la compañía de alguien, ya que los
individuos son netamente sociables, porque éstos son animales de
tradición, debido a la necesidad de una pareja, amor, una familia y a la
convivencia con otra persona, si el vaticano no fuera radical en sus
posturas y hubiera estado abierto a diversas opciones, no conoceríamos
las cruzadas, la santa inquisición, las misas negras, ni hombres ni
mujeres vencidos a la tentación y el deseo carnal que solo se pueden
satisfacer con la fornicación, las caricias que desahogan las ansias
reprimidas, no es posible en la actualidad hablar del celibato y las
mujeres como parte de un mal, culpables de despertar la lujuria en todos
los miembros de la Iglesia fundada por San Pedro, sin la apertura la
llamada casa de Jesucristo está condenada a la pederastia, a los abusos
sexuales, y la corrupción. Autor: Pedro J. Ontiveros
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