COMER COMPULSIVO, PUEDE SER SÍNTOMA DE DEPRESIÓN Y BAJA AUTOESTIMA: IMSS



·         La ayuda médica y profesional es necesaria para controlar el problema
·         Las burlas y malos comentarios hunden más al paciente en la enfermedad

La manera compulsiva que tienen algunas personas de comer puede ser a causa de un trastorno alimentario, que desencadenará problemas de salud como el sobrepeso y la obesidad o consecuencia de depresión y miedos, informó la Delegación estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El malestar es considerado como una enfermedad crónica, quienes lo padecen comen sin control, aún sin hambre y de manera ansiosa, tener lapsos frecuentes de “atracones”, sentir culpabilidad después de haber ingerido los alimentos, pero para sentirse aliviados vomitan o utilizan laxantes, afirmó la doctora Azalea Durán, psiquiatra del Seguro Social.

El padecimiento tiene como consecuencia complicaciones de salud: enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, problemas gastrointestinales o de la vesícula biliar, diabetes, problemas articulares.

Las cantidades elevadas de alimentación que ingieren les ocasionan un aumento considerable de peso, y esto les genera problemas de autoestima, depresión, fobias y trastornos con los cuales responden de manera inadecuada ante cualquier situación que les genere estrés, por eso algunos de ellos se vuelven perfeccionistas, exigentes e impulsivos, aseguró la especialista.

Asimismo, comentó que no existe causa genética que explique por qué una persona puede ser comedora compulsiva; sin embargo, en la mayoría de los casos se ha descubierto que la forma en la que toman la vida, ha sido un factor determinante para padecer la enfermedad.

Las burlas o comentarios de risa, hacen que las personas se sientan más vulnerables, y en vez de recuperarse se deprimen más por su aspecto físico, por eso es de gran importancia el contar con el apoyo de los familiares y seres queridos para lograr la recuperación.

Por lo general las personas que padecen esta enfermedad, han intentado salir del problema en muchas ocasiones pero no lo han logrado porque no se trata solo de “echarle” ganas y dejar de comer de manera inmediata, pues el organismo se acostumbró a grandes cantidades y al dejar de hacerlo de manera repentina podrían descompensarse.

El consumo de una alimentación sana, rica en frutas y verduras, además de abundantes líquidos y eliminar refrescos  y comidas grasosas, es de gran ayuda para quienes tienen la enfermedad.

El Seguro Social exhorta a los derechohabientes para que en caso de que tengan el problema alimenticio, no lastimen su salud e integridad física con dietas que no les funcionaran. Es necesario recibir atención médica y ayuda profesional que encontrarán en la Unidad de Medicina Familiar (UMF) de su adscripción donde serán canalizados a con especialistas.

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