Se brutalmente honesto solo si de ello puedes obtener una diversión



Divertirse alegra el corazón y mantiene el espíritu libre; el hecho de que tengas que divertirte a costa de los demás, de tus colaboradores, empleados, compañeros de trabajo o amigos es porque hay una terrible decadencia de la comedia y los comediantes. Además, resulta más fácil burlarse y reírse de alguien que se encuentra disponible que andar pagando la entrada a un antro oscuro y colmado de gente que huele extraño y tiene pegajoso el suelo. Una cosa interesante que sucede en México es que a pesar de que sucedan desgracias se tiene el coraje de hacer un chiste de ello, con lo cual se levanta el ánimo y si bien no se resuelve el asunto por lo menos se tiene la fortaleza de encarar el día siguiente con mejores bríos y un optimismo renovado.
 Tal vez por cultura o porque no se tiene una mejor idea de enfrentar las situaciones adversas se trata de festejar todo lo inimaginable, tal es el caso de festejar la muerte, pues como se sabe a principios de noviembre recordamos a los que se nos adelantaron con los tan elaborados altares y con las tan conocidas calaveras, que se pueden considerar pieza de colección y sobre todo que tiene un toque de picardía tan característica de nuestra cultura mexicana; no debemos olvidar que a ciencia cierta es un verdadero misterio que se sentirá pasar a mejor vida, merece reconocimiento que todos los honores se reciban en vida, pues cuando estemos tres metros bajo tierra ya no se expresa todo lo que en nuestro interior se guarda y se debe desahogar esa carga que arrastramos y no llevárnosla a la tumba.
 Es interesante ver cómo nos aprovechamos de la desgracia del otro para ya sea burlarnos de él, cómo forma de menosprecio o tal vez como lección para que no cometa el mismo error hasta que no nos sucede a nosotros; estas lecciones podrían parecer algo duras pero debemos ser conscientes de que si no sabemos divertirnos en las malas como disfrutaremos en las muy buenas, todo en su justa medida, es muy notorio que nos quejamos del trabajo que tenemos porque no es en realidad lo que en verdad nos gusta pero si aceptamos que el tiempo es el mejor maestro, este a su debido momento nos colocara donde debemos estar, tal vez no nos dará lo que queramos pero nos pondrá lo que necesitamos y esa es la prueba máxima para demostrar nuestra habilidad para sobreponernos a lo que se nos presenta.
 Debemos guardar el debido equilibrio entre lo que divierte a unos y lo que divierte a otros, pues como seres humanos somos muy dados a las comparaciones; pues como la cara de la comedia siempre estará acompañada de la tragedia, en términos más coloquiales  unos serán más optimistas y otros pasaran por neuróticos y eso es lo que hace la diferencia y la forma de diversión es diferente para cada caso; cada individuo debe buscar la forma de encarar la rutina de cada día y sacarle provecho en cómo se divierte, pues la vida resulta caótica algunas veces y es gracias al uso de la razón que encontramos la mejor manera de ponerle un toque de picardía en lo que realizamos y disfrutar al máximo eso que puede frustrarnos en ocasiones pero con una actitud diferente a consideración de cada quien.

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