La vida y la muerte: una discretísima digresión



 “Morir es fácil, vivir es difícil” se enuncia y trata de explicar bajo una premisa de un voluntarismo “fácil” que niega la relevancia a las circunstancias personales y que deja toda responsabilidad de su propio destino a los individuos, de tal manera que supone que la vida es acción y muerte equivalente al inmovilismo. En ese sentido, relativamente fácil y sin problematizar el contexto en el cual se formula la frase, puede pensarse que es suficiente con que el individuo quera hacer algo para que pueda llevarlo a cabo y eso se traduce como “vivir”. El primer requisito para vivir es tener  sueños, entendiendo como “aspiraciones vitales o existenciales” y, entonces, quien no tiene “sueños”, en realidad no tiene vida. La consecuencia es relativamente evidente: quienes no logran con sus sueños es porque, en el fondo, no desean conseguirlos. Por lo tanto, tenemos dos derivaciones:
a)    Hay que averiguar los mecanismos que le impiden al sujeto realizar sus sueños, considerando siempre que la mecánica es algo absolutamente personal y, en todo caso, debe  revisarse si no existe un autosabotaje.
b)    Por otra parte, con este esquema de estricta responsabilidad personal, la justificación y legitimización final del capitalismo queda salvaguardada bajo el disfraz de la ideología voluntarista.
En este ámbito, lo que declara es cierto: lo sencillo es abandonarse a no hacer nada, en sentido metafórico, y en sentido estricto “dejarse morir”. Sin embargo, la vida, “suele ser poco seria en sus cosas”. En efecto, no es tan profundo como parece; en realidad, no es ni remotamente profundo, se queda en la superficie de los discursos modernos de autosuperación.
 En cierto sentido realizar las cosas puede considerarse aburrido y es por esto que la existencia no refleja las metas que la mayoría persigue, el hecho de abandonarse a solo existir puede considerarse como falta de ambición o pasar como alguien indiferente. En todo caso la decisión es únicamente personal a sabiendas de que se podrá considerar egoísta y que como sociedad se sigue la idea de que para lograr proyectos todos necesitamos de todos y que de forma individual no lograras nada, le existencia da por sentado de que podremos ver lo que acontece diariamente ya sea si estas encerrado en tu casa o sales a determinado lugar y no tomar importancia de lo que pasa a tu alrededor, de cualquier forma el solo hecho de elegir seguir vivo denota la valentía de aceptar las cosas como son.
 En el lado opuesto aquellos que deciden simplemente dejar de existir, como se menciono, existirán mecanismos por lo cual se tomo la decisión que solo ellos en su interior saben que es más fuerte y que no tienen la fortaleza para buscar una solución; se podrán hacer muchas conjeturas para encontrar una explicación de por qué se toma tal determinación, no se sabe a ciencia cierta si los que tienen éxito publico en realidad viven al máximo las expectativas que se trazan, ya que es de mencionarse que cuando entran o tienen cierta presión solo buscan algo que les de mas fortaleza y con ello no miden lo que consumen y así como su vida es pública, el termino de su existencia es todavía más pública, donde por efectos de la sociedad se les pone como ejemplos a seguir, siendo una contradicción a una mejor manera de existir.

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