El colegio decepciono



Permanecer en el colegio no significa aprender en el colegio, definitivamente. El reto no es, en el fondo, evitar el abandono escolar, sino el hacer educación, autentica educación. La escuela no es una guardería, no es un internado; su misión es trascendental, reducir el abandono no significa incrementar la educación. Evitar fugas es cosa de carceleros, no de profesores. Como muestra, se puede mencionar a Descartes, como tantos otros jóvenes inquietos que van al colegio en la actualidad, veía enormes huecos en su formación que la educación oficial no llenaba. Y un día dejo de estudiar en la escuela, decidió viajar y enlistarse en el ejército. La vida académica no le dio mayores satisfacciones y la abandono. Pero en la experiencia que le deparaba la vida extraescolar encontró saber (el famoso enunciado “Pienso, luego existo” no le nació en la escuela, y su método para conocer lo elaboro lejos de maestros y aulas).
 El ejemplo de Descartes debe hacernos pensar que la permanencia del aprendiz en el colegio es justificada, en buena medida, por el sentido o significado que para él tiene lo que en dicho lugar se pretende enseñar, reduciendo con ello el grado de decepción (y frustración) que pudiese aparecer. Quizás muchos estudiantes encuentren significativo lo que reciben en el colegio, pero muchos otros no encuentran ni siquiera significativa la existencia de la escuela. Es necesario que los chamacos sigan en clases y, para ello, se deben pensar y aplicar estrategias adecuadas para mantenerlos ahí (¡aprendan o no¡), como se mantiene a los bebes en las guarderías. Como dato escalofriante se sabe que no quieren ni estudiar ni trabajar, pues no tienen una motivación gratificante para hacerlo.
 El filósofo danés Soren Kierkegaard afirmaba que el bien más alto para el individuo es encontrar su propia vocación. El decía: “debo encontrar una verdad que sea verdadera para mi… la idea por la que pueda vivir o morir”. La idea que está detrás es que uno debe escoger su propio camino sin la ayuda de normas o criterios universales u objetivos. Podrá pensarse que es una tarea fácil pero si el individuo no se informa antes, no podrá encontrar eso que en realidad le apasiona; el trabajo que realiza podrá ser menos pesado pero tarde que temprano se dará cuenta que la rutina lo alcanzo y por mucho que le guste en realidad es trabajo y que es sabia decisión si hace solo lo mismo o combina otras facetas para enriquecer sus habilidades y darle sentido a la vida y cumplir con sus metas propuestas.
 Como lograr que en un país donde no se tiene el habito de la lectura, todos los jóvenes alcancen sus objetivos y porque no todos aquellos adultos que se encuentran estancados en empleos mediocres, donde la rutina es habitual y solo se va a trabajar para recibir una compensación económica, en su gran mayoría; pero que pasa con aquellos que quieren realizar otras cosas y no tienen las habilidades correctas o los conocidos suficientes, para lograr el cambio, en cierta forma tratan de encontrar su vocación pero no se tiene el valor o tal vez los suficientes conocimientos sobre otras áreas, ya que el cumplir el colegio solo por el hecho hacerlo, no te permitió el adquirir otras habilidades fuera de la escuela y te topas con la realidad de que no sabes hacer nada y el estancamiento se da por muchos años.

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