Presumiendo que la
verdad es el principio a seguir (lo cual está todavía sujeto a comprobación),
como excepción podrá ponderarse la utilidad, en algunas ocasiones, de la
mentira. Pero ¿Cuáles son esas mentiras que pueden considerarse como valiosas
en el contexto de la sociedad? La propia sociedad no tiene un catalogo de
reglas generales y excepciones pertinentes; el sujeto sometido al proceso de
socialización debe ir aprendiendo, a veces mediante el penoso método de ensayo
y error, de los casos o situaciones en las cuales resulta adecuado mentir para
la sociedad.
Tal vez todos
estamos pensando en la denominada “mentira piadosa”, la cual puede describirse
de la siguiente forma: “es el tipo de mentira que se usa para encubrir una
verdad que es demasiado cruda como para ser soportada” o “es el tipo de mentira
que se emplea para evitarle (a alguien en particular) un daño mayúsculo, si es
que se le dijera la verdad”. En el primer caso, la verdad no entraña un peligro
para la integridad física del interlocutor, sino que solo es algo para lo cual
no está psicológicamente preparado. En el segundo caso, conocer la verdad si
entraña eventualmente un peligro para los destinatarios del mensaje; por lo
tanto, entre el valor verdad y el valor de salvaguardar la integridad física de
alguien (incluso su vida), por supuesto que se elige el valor más alto.
Manipular también se puede considerar una
mentira para la obtención de algo, su motivación puede ser noble o no. Determinar
y ponderar en cada caso el peso de los valores que entran en conflicto por
supuesto que es un conocimiento que debe ser aprendido casi en forma casuística
por los miembros de la sociedad; deberán usar, cuando sea permanente,
razonamiento analógico y, en algún momento, deberán tener la sensibilidad
social o la inteligencia emocional lo bastante desarrollada como para que
puedan analizar las nuevas situaciones.
De alguna manera
cuando se hacen apuntes de un determinado tema a la gran mayoría puede no agradarle
lo que se expresa o pueden considerarlo con algún grado de locura, es la
diferencia lo que nos hace ser personas con virtudes y defectos que de alguna
manera pelean para ser consideramos por la sociedad que desgraciadamente por
mucha historia que se tenga siempre se cae en los mismos errores, tal vez se
necesita tener un golpe de fortuna para que lo que intentas expresar sea
atendido o tomado en cuenta para tratar de mejorar las cosas que no nos agradan
y cambiarlas de la mejor manera.
Estar envueltos en
materia económica le da un vuelco a lo que la persona piensa, pues los que
están más interesados en incrementar las ganancias lo hacen con el conocimiento
de que perjudicaran a una minoría para que la gran mayoría tenga una relativa
estabilidad; los intereses son los que predominaran y no importara lo que la
gente piense pues es así como se mueve al mundo ya que no se tiene el coraje
para imponer las ideas y solo esperan que otros tomen la batuta para ahora si
poner las manos a la obra pero con la consigna de que tal vez tu puedes hacerlo mejor.
Tratar de cambiar al mundo es una buena idea
se está en combinación de cambiarse a uno mismo primero, pues solo se piensa en
lo exterior y no vemos primero lo que está en el interior que es la fuente
principal para hacer girar al mundo que si bien no es lo mejor que podemos ver,
si podemos dejarlo un poco mejor de cómo lo encontramos.
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