Es probable que, en el siglo de las luces,
cuando la idea de que el ser humano no era la criatura predilecta de la
creación entro de lleno en la cultura occidental y, entonces, los filósofos
trataron de encontrar una nueva forma de caracterizar a los seres humanos. En
efecto, todos los seres humanos llegan a tener enfermedades y también mienten
en algún momento de su vida (dicho de manera inversa, en algún momento de su
vida los seres humanos puede ser que se conduzcan con la verdad), esta podría
ser la tónica permanente del ser humano; así, bajo esa premisa, si es una de
las conductas que mas prevalecen en el ser humano, es posible caracterizar a
este con esa cualidad.
Pero ¿la mentira es una cualidad? O mejor
dicho, ¿en qué circunstancias se supone que puede llegar a considerarse como un
valor en la sociedad, o mejor aún, en qué tipo de sociedad la mentira se
considera como un valor y la verdad un antivalor? Si para Rousseau el ser
humano es bueno por naturaleza, en tanto que para Hobbes es malo por
naturaleza, entonces un nuevo concepto es que el ser humano es mentiroso por
naturaleza. Esta nueva premisa puede causar controversia pues como se trata de
ser mejor que los demás, de alguna manera se hace todo lo necesario para alcanzar
tal fin, incluso mentir.
Que hace al ser humano ser tan
fiel seguidor de este tipo de artimañas, pues cuando inicia tal vez comete
errores inocentes pero partiendo de esto continúa haciéndolo hasta que es un
maestro y su mundo es aquello que el creo y no acepta objeciones cuando se
tienen los suficientes argumentos para demostrar que es una mentira el mundo en
el cual vive, desgraciadamente es un recurso que utilizan los expertos en
imagen pasa sacar la mejor cara de una figura pública, afortunadamente la
sociedad ya no se va con lo que le presentan y juzga mas por las acciones y las
actitudes que por lo que le quieren presentar.
Gracias a las encuestas que se realizan para saber si alguien es popular,
da una pauta para ver que tan bien hace su trabajo pero desafortunadamente no
es una muestra real de lo que la mayoría piensa, pues los números se pueden
maquillar a conveniencia ya que censar a la población sobre determinadas cosas
hace que también falsen los datos que se les piden y las muestras solo se hacen
de un sector de la población, entonces que se necesitara para que los datos
sean verdaderos y saber lo que en verdad piensa la gente puesto que una mentira
piadosa no le hace gran daño a nadie.
Simplemente recibir una lección de
humildad, de madurez y de ser humano centrado y ubicado en un mundo real, como
este en el que vivimos, donde prevalece la condición humana, que a todos perjudica
más de lo que ayuda. Terminas aprendiendo, o reafirmando, que no eres ¡para
nada! La persona más centrada, ni la más cuerda, ni la más educada, ni la más
destacada, ni la más inteligente, ni nada de la basura que nos da tentación meternos
en la cabeza. Los consejos de las personas que nos rodean puede ser que no lo
hacen con dolo ni premeditación tal vez si por ignorancia, pero estar envueltos
en la mentira es algo que se convierte en el pan de cada día.
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