Con base en los diálogos de las personas con las que se
convive, existe la falsa percepción de que se es infeliz, lo cual difiere de la
afirmación de que sea un infeliz. Respecto de esto último, podríamos estar de
acuerdo con la afirmación y presumimos que tiene todo el derecho de ser
infeliz: así como todos los políticos lo tienen (“natural”) de ser retóricos e
incluso sofistas; y los gatos tienen el derecho de ser huraños, las mujeres de
ser superficiales y gastalonas, y los genios de ser insoportables, majaderos y
un poco perversos. En lo que podemos diferir es que la persona sea infeliz; al contrario,
es muy feliz y lo es a su manera, que no sea la de muchos o la que se imaginan
la mayoría de las personas es muy distinto, pero es feliz a su modo.
Pero como se llega
al grado de neurosis, pues todos provenimos de familias que son disfuncionales
de alguna manera, claro está que se puede lograr un estado de felicidad como si
fuera una bomba de tiempo; dice una teoría que solo los más aptos pueden llegar
a soportar los cambios que se presentan y si logran soportar todas las pruebas
que se le presentan tal vez llegue a una vejez agradable pero por desgracia
para los otros esas pruebas pueden ser algo terrible y como mejor salida
prefieren adelantarse en el camino, de sobra esta decir que la vida es
transitoria.
Solo los
especialistas en la materia podrán determinar hasta qué grado se está mal por
decirlo de alguna forma, pues dar una explicaron sería algo tedioso y lo que se
trata de expresar son puntos que se ven por encima; el hablar de forma brusca
solo con los que se convive ya lo toman como algo normal pero para los que se
van presentando lo consideran algo ofensivo, el tener mala cara ayuda a
espantar a los falsos amigos o las risas fingidas pues cuando no se tolera a
determinadas personas esto las ahuyenta muy fácilmente, el ser un solitario
puede no parecer algo atractivo pero cuando lo disfrutas la compañía de los demás
pasa a segundo término.
Una de las cosas
que de antemano se sabe es que a este mundo llegamos solos y cuando nos vamos
lo hacemos de la misma manera, pero como aprendemos a convivir desde la primera
infancia con otros seres humanos hasta que se es adulto maduro algunos no saben
estar en compañía de sus propios pensamientos pues les asusta la soledad; una
de esas cosas es que como se comunican con todos y hablan sin parar pero no
saben escuchar, como dice la frase se nos doto de dos oídos para escuchar mas y
una sola boca para hablar menos pero por desgracia se hace lo contrario y es
por ello que se llevan conflictos que pueden durar años.
No se puede evitar
querer transmitir la forma en que pensamos pues como vemos la vida en nuestra
cabeza creemos que es la mejor manera de cómo se deberían de llevar a cabo las
cosas, pero por desgracia se necesita la aprobación de las grandes masas y si
se alcanza eso siempre se toparan con objeciones, claro está que es tarea de
todos agarrar lo mejor que le parezca para que a otros se les transmita el
mensaje y cuestionen todo ya sea para bien o para mal pero con el objetivo de
aprender continuamente.
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