Guía (brevísima) para la vida



 Hacer una guía para la vida resulta demasiado pretencioso. Tratar de hacer algo tan completo y tan complejo, rebasa, por supuesto, las expectativas y las intensiones de esta humilde reflexión; sin embargo, no puedo dejar de incluir un brevísimo inciso con el título tan pretencioso que tiene el presente, siempre y cuando se admita que, discretamente, es apenas un conjunto de recomendaciones hechas desde un ángulo determinado y a partir del cual podemos tratar de resolver algunos de los problemas y dilemas que nos puede plantear la vida cotidiana como adultos.
 La siguiente es una brevísima guía para la vida y puede visualizarse con los siguientes enunciados:
 Saca a pasear a tu niño interior.
 Se brutalmente honesto solo si de ello puedes obtener alguna ventaja en tu trabajo.
 Se brutalmente honesto solo si de ello puedes obtener una diversión.
 No reveles aspectos de tu vida interior a los demás…
 Si tienes razón, imponla.
 No demuestres debilidad ante nadie… y menos en el trabajo.
 Corolario: no demuestres debilidad, “y mucho menos en el contexto de una sociedad competitiva de corte capitalista”.
 Se competitivo en las cosas que valgan la pena.
 Se miserable con todos aquellos que se lo merezcan…
 Si alguien no se merece que lo hagas sentir miserable… hazlo de cualquier forma.
 Más adelante se dará una explicación de cada uno de los puntos de la guía, ya es cuestión de cada quien si los aplica o puede agregarle algo más de su propia inspiración,  se pretende que sea objeto de reflexión, ya que la vida es tan caótica, que muchas veces se pierde el sentido del gusto por la vida y no encontramos alguna manera de encararla. Si encuentran alguna utilidad a esto, solo se recomienda que sean dueños de sus propias decisiones y acepten también las consecuencias de sus actos, ya que muchas veces es más fácil culpar a los demás y no aceptar su culpabilidad; parafraseando a la reina de la salsa, Celia Cruz: “la vida es un carnaval, y hay que disfrutar”, por lo demás solo queda mencionar que existirán muchas más formas de vivir o de disfrutar la vida, esa es decisión propia, si en algo ayuda que bien y si no pues que se le va a hacer, por eso el libre albedrío es de quien lo sabe aplicar y sabe intelectualmente como hacerlo.

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