El club de los optimis… perdón, de los bondadosos



 La bondad resulta patológica, sufre porque es bondados@ y, para completar el ciclo, debe sufrir al seguir siendo bondados@ y sacar fuerza del sufrimiento para poder continuar prodigando amor y lastima, es una especie de madre Teresa, en cuyos antecedentes uno descubre o puede justificar la bondad extrema. Los bondadosos extremos son además buenos patológicos, mejor  aun: su bondad deriva no de un convencimiento profundo, sino de necesidades humanas muy concretas. En el otro caso, su bondad deriva de una necesidad patológica de estar bien con todos, de satisfacer las expectativas de todos… aun a costa del sacrificio personal…en un sentido estricto seria el mas religioso de todos; encarna una especie de bondad practica: se vincula a tal extremo que se vuelven dependientes a él.
 Es receptivo a asimilar las nuevas experiencias, es capaz de aprender. Se enseña a decidir en función de sus gustos y necesidades (y no de satisfacer las necesidades de los demás), además, reconoce sus errores y cambia de decisión a partir de ello, aprende a no responsabilizarse por las decisiones ajenas. Y aprende de las malas experiencias, a no sentir culpa de la condición y sufrimiento de los demás. Cuando se es diferente del resto, bivalentes: buenos a veces malos en otras ocasiones; hacen cosas buenas y malas también, son egoístas, como cualquier profesionista formado en la tradición cultural, aunque sus pretensiones clasistas no son muy evidentes.
 Son contados los que se encuentran en este grupo pero con el ritmo de vida actual son contados los que podemos ver que representan tal forma de ser, pudiera ser los que se encargan del cuidado de las personas; pero como en todo están los que lo hacen más por obligación que por vocación. Estar dispuesto a tolerar el comportamiento de la gente a veces resulta una tarea imposible para los que se consideran mortales o están en cierta normalidad y se consideran cosas extraordinarias sobre todo por el carácter, pues con el bullicio de las grandes ciudades pudiera considerarse que el estrés en el que se está envuelto pudiera considerarse un punto malo en la sociedad.
 La tranquilidad con la que toman las cosas, donde otros tal vez como opción buscarían escapar de la realidad no sería algo fuera de lo normal; pues por el momento la urgencia que se presenta en determinada situación para algunos se alterarían pues pos sobrevivencia la primera oportunidad sería el de escapar para protegerse y actuar de forma irracional cuando se está en estado alterado. El querer estar en constante bienestar se consideraría complicado ya que el estar en ciertos grupos para socializar, o como norma que se sigue para que unos sean lideres y otros seguidores, pues las clasificaciones están a la orden del día y las comparaciones no se pueden evitar ya que la constante critica o el estar en ojo ajeno es todavía una parte que no se logra alcanzar ya que para todo se le busca el error y en vez de actuar para mejorar continuamente es mejor criticar que hacer buenas observaciones.

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