Esta cita de un artículo
de la web de Antón Chejov, que describe las ocho cualidades de las personas
verdaderamente cultas, es el que sirve de base para esta entrega. Respetar la
personalidad humana; ser sensibles ante las carencias extremas de los demás;
respetar la propiedad ajena y cumplir compromisos; nunca mentir; no temer
despertar compasión; evadir la vanidad superflua y observar un bajo perfil:
tener talento y hasta ser fastidioso; y, por último, tener intuición estética y
esquivar los excesos. Pero no se angustie, que hay cosas más sencillas que también
estamos olvidando y dejando de lado, dando por sentado que las tenemos y que no
hay riesgo.
Hasta donde se
pueden ocultar los gastos que el gobierno hace para mantener cierto control de
la población, pues como se dice vulgarmente al pueblo pan y circo o ya en la
actualidad puro circo; pues si checamos quienes son los que patrocinan las ferias
o los festivales, los principales son el estado y el municipio donde para pagar
a los artistas que se presentan se utiliza de los impuestos que los ciudadanos
contribuyen obligatoriamente, donde al artista se le paga de todas formas aun
si no tiene presencia del público, claro está que ellos no son los culpables del
ausentismo de las masas, solo cumplen con su trabajo y de algo tan sencillo se
puede convertir en rentable y de paso convertirse en cultura.
La nación mexicana
no tiene la costumbre de la lectura pues desgraciadamente se deja influenciar
por lo que le presenta la televisión y la radio, como no está influenciado para
la investigación se conforma con las estadísticas que le presentan las
organizaciones internacionales donde se dice que solo se lee un libro al año en
comparación a las naciones de primer mundo que leen mucho mas, no se puede
evitar el hacer comparaciones y es el valor adquisitivo que tienen las personas
para adquirir determinados libros y que están mejor organizados para promover
la lectura desde la infancia.
En realidad no se
puede saber si se tiene valor intelectual o que es lo que nos hace en realidad
cultos, pues las formas de apreciación de la cultura es de cada uno alcanzarla
o será acaso más importante tener amigos con influencia o poder para tener un
puesto importante, pues en los cargos públicos se dan muestras claras de tan
pronunciada ignorancia donde se puede preguntar cómo es posible que tal persona
tenga esa posición y al hablar ante los medios de comunicación se queman o dan
muestras claras de su falta de preparación.
Cada uno es quien
da ese sentido de apreciación a las personas que en realidad son cultas, pues
no es necesario tener una preparación académica para serlo, pues en muchas
ocasiones la experiencia que da la vida te hace reconocer a esas personas que
son dignas de reconocimiento y que no necesitan de un cargo público para
demostrar esa cultura que van adquiriendo a lo largo de los años, si bien las
cualidades antes mencionadas las aplican o hacen otras que pudieran ser más
valiosas.
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