Excelencia y felicidad

 El hacer que un amigo te ayude a cumplir con tus objetivos puede ser un problema, pues si necesitas de un tercero y no dejar que te ayude cuando se le solicita te puede enfurecer (y con razón, según un modelo aristotélico de amistad, porque aquí está claramente interfiriendo con la excelencia). El bloquear la excelencia y felicidad de todo el mundo al rehusarse a admitir que ha tratado mala alguien más y tener una fuerte adicción. Su única idea de ayudar a la gente a cumplir su función es hacerla sentir mal.

  “Hacer que su autoestima gire alrededor del trabajo” ridiculizándolos constantemente, no estarán de acuerdo con sus métodos, insistiendo en que la culpa y la inversión del ego no es la única manera de moldear la excelencia, se podría notar que funciona y, por tanto, es bueno. De igual forma, no se está de acuerdo y esperan que una vida mejor, más brillante y menos adicta contribuyera a una excelencia general.

 Hasta donde es correcto interferir con la felicidad de los demás, pues cuando nos topamos con un cierto tipo de autoridad que nos complicara la existencia y no queremos ver la culpabilidad, donde este tipo de problemas nos pueden llegar a los demás ya que tenemos más contacto con dicha persona y solo con el afán de protegerlo pues de cierta forma el contribuye a que cada día seamos mejores en lo que nos desempeñamos.

 Pero tendrá mucho que ver en los escaños sociales o educativos en los que nos desenvolvemos, pues su visión de vida es muy diferente a cuanto a la formación que se adquiere; ya que para unos, la típica de todos los días es estar tomando bebidas embriagantes y estar teniendo sexo sin la medida de las consecuencias de ello, claro está que la posición social no se requiere para realizar lo mismo ya que el ambiente es muy diferente y tal vez los intereses son muy distintos a lo que se realiza.

 Se tendría que hacer un estudio muy detallado a lo que se refiere a las adicciones, ya que siempre habrá más predominio de unas más que otras pero el concepto se adicción es lo que será una constante; tal vez se puede alegar que lo que nos envuelve lo tenemos controlado y que se puede dejar cuando se quiera, pero no es tan fácil como se piensa pues es tanto el ejercicio por ocultar esa dependencia que se puede llegar a casos fatales.

 Si cada persona con la que extendemos lazos de amistad nos puede hacer crecer de forma que su forma de ser tal vez sea negativa para nosotros, debemos aprender a que tanto el lado positivo como el negativo nos haga mejores personas o que nos lleva a realizar lo que consideremos correcto, se podría decir que es difícil pero no imposible; si encontramos la forma en que nuestra actitud sea a alcanzar la excelencia para uno mismo y no para los demás ya que es crecimiento siempre bebe ser interior.