¿Es moral el amor erótico?



La respuesta no parece ser el sexo, aun cuando la sexualidad es a menudo una parte de la experiencia de eros. El filosofo contemporáneo Harry Frankfurt declara que el amor (en general) es una volición particular de segundo orden, una preocupación desinteresada por el bienestar del amado. Esto no es negar que el amor es siempre moral, sino hay que decir que no es necesariamente así. Hay muchas formas de manifestar y vivir un amor erótico, quizá tantas como numero hay de amantes.
  En muchos sentidos está bien para la sociedad que el hombre tenga muchas amantes, pues demuestra que tiene gran virilidad; claro está que si se hace uso de la razón se le puede llamar de otra forma pero en la mayoría de los casos siempre elige a una principal por la que se desvive, como se dice popularmente ella es la catedral y las demás son capillitas. Claro está que después de determinado tiempo las otras exigirán su lugar y es donde iniciaran las complicaciones que ello implica.
 Ya si hablamos de la otra parte para la mujer todavía está prohibido en cierta forma el disfrute de su sexualidad, pues solo se le educa para que atienda a su familia y tiene mucha confianza cuando se le habla de amor y se pierde tanto en esta idea que por más mal que la trate su pareja no se da cuenta de ello, claro está que cuando quiere ser infiel lo hace mas por venganza y son más inteligentes al momento de cometer el adulterio y no deja huellas de lo hecho y sigue su vida lo más normal posible sin cargo de conciencia.
 Si ponemos la baraja sobre la mesa, la guerra de los sexos por saber cual es mejor es tema de debate muy largo, pero solo los que encuentran el equilibrio en su relación saben que tendrán altas y bajas, sin embargo si eros se apodera de su conciencia parece inevitable dejarse llevar por el deseo, pues cuando otra persona llama la atención no se puede evitar el hecho de poseerla para uno u otro lado, pues es en muchos casos cansado probar lo mismo todos los días, cuando se tiene al alcance de la mano gran variedad de posibilidades.
 Se está consciente que se pueden cometer errores, pero es más razonable saber enmendarlos para una estabilidad emocional de ambas partes, pues cuando se sabe compartir o se quieren llevar a cabo nuevas experiencias solo es necesario que ambos estén de acuerdo y no halla inseguridades.
  Pero eros en sí mismo no es moral. Debido a eros y no por una mera atracción sexual, las personas son propensas a cometer todo tipo de acciones. Como lo dice C. S. Lewis de manera convincente: “El amor que lleva a uniones crueles y perjuras, incluso a pactos de suicidio y asesinato, no deambula en lujuria o frivolidad. Bien puede ser eros en todo su esplendor, un rompe corazones sincero, listo para cualquier sacrificio excepto para la renuncia. Esta es la naturaleza real del deseo erótico, hacer buena pareja con una persona.

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