Los principios

 La ética de los principios (o principlismo), un enfoque ético muy conocido, reduce el comportamiento ético a las siguientes reglas: no dañar a nadie, ayudar a la gente, dejar que la gente tome sus propias decisiones y ser justo. Los bioéticos a menudo se refieren a estas reglas como los principios de benignidad, beneficencia, autonomía y justicia. La benignidad, el mas antiguo de los principios,, a menudo es atribuido al antiguo precepto medico de primum non nocere, es decir, "primero, no dañar". Este principio puede interpretarse estrictamente (nunca causar daño) o modestamente (ir a lo seguro, hacer daño solo cuando sea claramente necesario desde el punto de vista medico).
 Mientras que la benignidad requiere que las personas simplemente eviten dañar, la beneficencia requiere que tomen acciones y ayuden. La autonomía, esto es, el principio de respeto a las personas, dice que estas pueden tener el control de su propia vida. La justicia, el principio de imparcialidad, requiere que los bienes de la asistencia sanitaria se distribuyan de manera equitativa y sin carga excesiva hacia ninguna parte.               Naturalmente , esto se complica cuando las necesidades de las personas difieren.
 Entonces estos principios deberían entrar en una forma del proceso para convertirse en padres ya que como en todo nadie nace sabiendo y estos de una u otra manera siempre terminan perjudicando a los hijos, ya que la forma de educación se da por lo aprendido de generación en generación y esos parámetros se contradicen en lo que se esta pronunciando, ya que por sobre proteger o no dejar que se cometan errores se esta en la creencia de que se les esta haciendo un bien a los vástagos.
 Una forma de lastimar a las personas es presumir que se tiene poder, claro esta que se pueden dar muchas definiciones pero es de cada uno dar esa expresión; pues de alguna manera la dependencia que creamos al estar con las mismas, les entregamos de cierta forma nuestra seguridad y si termina la relación, tardamos años en confiar en nosotros mismos ya que desgraciadamente como seres sociales que somos creamos una esfera de seguridad para protegernos que nos olvidamos que somos únicos y que tal vez existimos pero no vivimos o vivimos pero sin existir.
 De cualquier manera la fortaleza con la que estamos en esta existencia puede parecer complicada ya que siempre nos dejamos llevar por las normas ya preestablecidas y si queremos generar un cambio, podemos aplicar que la ignorancia es la mejor maestra y que tal vez por no seguir los mismos patrones la forma de vivir sea mas llevadera o lo que realmente nos apasiona, se puede convertir en una forma de ganarnos la vida tal vez con sugerencias de los demás pero únicamente guiándonos con los que dicta el corazón.

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