149-0… y todos fueron AUTOGOLES
Sí,
ocurrió. No es mito, no es leyenda urbana: pasó en Madagascar, en 2002,
y quedó registrado en el Récord Guinness como el marcador más abultado
en la historia del fútbol profesional.
Todo comenzó con una injusticia.
AS Adema vs. SO l’Emyrne (SOE), un partido decisivo por la liguilla final del campeonato malgache.
Días
antes, el SOE había sido perjudicado por un penalti inexistente que los
dejó fuera de la pelea por el título. El enojo era enorme… y el árbitro
de aquel partido volvió a ser asignado para este encuentro.
Ahí nació la protesta más insólita que el fútbol haya visto.
Desde el primer minuto, el SOE decidió marcar goles en propia puerta como forma de protesta.
Cada saque inicial era lo mismo: correr hacia su propia portería y empujar el balón dentro. Una y otra vez.
El AS Adema, desconcertado, no sabía qué hacer. El árbitro, atónito, tampoco.
Cuando sonó el pitazo final, el marcador decía 149-0.
Los 149 fueron autogoles del SOE.
Un acto de rebeldía que pasó de la indignación al absurdo… y de ahí a la historia.
Las consecuencias no tardaron:
– El entrenador del SOE fue suspendido 3 años.
– Varios jugadores recibieron sanciones fuertes.
– El resultado, increíblemente, quedó oficial.
Un capítulo único del fútbol: un equipo que decidió protestar no con palabras… sino metiéndose 149 autogoles.
Una historia tan irracional como inolvidable.

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