La familia Weasley era, sin duda, el ejemplo más cálido y unido de toda la saga de Harry Potter en navidad

 


A pesar de vivir en la pobreza (con una casa que parecía a punto de derrumbarse y ropa remendada), su riqueza estaba en el amor, la lealtad y el espíritu navideño que los envolvía cada año como una manta acogedora.

En Navidad, la Madriguera se transformaba en el lugar más mágico del mundo. Molly Weasley cocinaba sin parar: pasteles de Navidad enormes, pudines flameantes, pavos asados y montañas de galletas. La casa olía a canela, a fuego de leña y a magia casera. Los adornos colgaban por todas partes, hechos a mano o encantados: bolas de cristal que cambiaban de color, muérdago que intentaba besar a quien pasara por debajo y un árbol de Navidad que parecía demasiado grande para el salón, pero que siempre cabía gracias a un hechizo bien ejecutado.

Lo que hacía especial su Navidad no era el lujo, sino la unión. Todos los hijos volvían a casa: Bill con su pelo largo y su encanto, Charlie con historias de dragones, Percy (aunque a veces con su aire de superioridad), Fred y George con sus bromas interminables, Ron con su apetito voraz y Ginny, la pequeña que completaba el caos. 

Arthur y Molly se aseguraban de que nadie se sintiera excluido, y Harry, desde su primer año, fue adoptado como uno más de la familia. Cada regalo era sencillo pero lleno de cariño: un jersey tejido a mano por Molly (siempre con la inicial), dulces de Honeydukes o algo improvisado que reflejaba el esfuerzo de quien lo daba.

Su espíritu navideño no era solo festivo; era una celebración de lo que realmente importaba. Cantaban villancicos desafinados, jugaban partidas eternas de ajedrez mágico, contaban historias junto al fuego y se reían hasta que les dolía el estomago. 

En un mundo lleno de peligros y divisiones, los Weasley demostraban que una familia unida, con amor genuino y risas compartidas, no tenía nada que envidiarle a ninguna otra. Su casa era pequeña, pero su corazón era inmenso. Y en Navidad, eso se sentía más que nunca.

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