Nomás se tardaron 15 años. O sea, ni las obras eternas de tu colonia tardan tanto.
Todo comenzó en 2011 cuando un vato en Twitter dijo de broma: “Detroit debería tener una estatua de RoboCop. Filadelfia tiene una estatua de Rocky… y RoboCop le partiría la madre".
El tuit se volvió viral y llegó a los oídos del alcalde de Detroit en aquel entonces, pero básicamente respondió: “Jajaja no.”
Pero la internet dijo “¿cómo de que no?”. En días ya había una página de Facebook, un Kickstarter, fans llorando de la emoción, y Detroit entero diciendo “¿y si sí?”. Hasta #PeterWeller, el mismísimo RoboCop original, grabó un video apoyando la idea.
El Kickstarter pedía 50 mil dólares y acabaron juntando 67 mil en seis días, porque claramente nadie necesita ahorrar para su futuro si puede patrocinar una estatua de un cyborg policía.
El pedo es que aunque ya tenían la lana, entre la burocracia y mil mamadas más, la estatua quedó lista hasta 2021 porque el costó se disparó hasta 260 mil dólares. Y luego vino otro viacrucis burocrático para escoger el lugar donde instalarla, permisos por aquí, trámites por allá, y en Detroit básicamente cantando Espera un poco, un poquito más.
Y bueno… prácticamente 15 años después, por fin lo lograron. Ahí está RoboCop, listo para vigilar las calles, salir en selfies y recordarnos que de vez en cuando el internet sí hace milagros aunque se tarde siglo y medio.
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