La aventura mexicana en la Serie Mundial de Pequeñas
Ligas llegó a su fin este martes, luego de caer 6-0 frente a la poderosa
novena de Japón, que mostró solidez tanto en la lomita como con el
bateo oportuno.
El
abridor nipón Yushi Yamamoto fue la gran figura del encuentro, lanzando 5
entradas y un tercio de dominio absoluto, en las que maniató a la
ofensiva mexicana sin permitir carreras. Desde la primera entrada, Japón
tomó ventaja con un rally de cuatro anotaciones que incluyó un
cuadrangular. Más tarde, en el quinto capítulo, volvieron a castigar con
otro batazo de vuelta entera productor de dos carreras que sentenció el
marcador.
Por parte de
México, Iker Castañeda se encargó de la apertura desde la lomita,
mientras que Gregorio Madrid, Ian Cano y Brandon Acevedo lograron
conectar con autoridad, aunque la defensa rival respondió con jugadas
clave para mantener la blanqueada.
Con
esta derrota, el representativo azteca cierra su participación en
Williamsport, pero lo hace dejando una huella imborrable. Los niños
mexicanos demostraron coraje, talento y pasión por el béisbol,
encendiendo la ilusión de todo un país que los siguió con orgullo en
cada lanzamiento. Aunque el sueño terminó, esta experiencia marca apenas
el inicio de un camino prometedor para una generación que ya demostró
tener grandeza.
México no
ganó el trofeo, pero sí conquistó corazones, y regresará a casa con la
frente en alto, sabiendo que puso en lo más alto el nombre de nuestra
bandera.
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