Mucho antes de Jenna Ortega y del fenómeno de Netflix,
la primera niña que dio vida a Merlina Addams fue Lisa Loring, en la
serie original Los locos Addams de los años 60. Con apenas seis años,
Loring se convirtió en la cara de un personaje que se volvería eterno:
la hija oscura, seria y peculiar de la familia más excéntrica de la
televisión. Con sus trenzas, su vestido negro y una muñeca decapitada
llamada María Antonieta, la pequeña actriz aportó un toque de ternura
que hizo inolvidable a la primera Wednesday Addams.
Su
interpretación dejó momentos icónicos, como el baile que enseñó al
mayordomo Largo, escena que incluso inspiró a Jenna Ortega décadas
después para su propia coreografía. Aunque la serie apenas duró dos años
y 64 episodios en blanco y negro, logró crear una atmósfera gótica que
trascendió generaciones y se convirtió en parte esencial de la cultura
pop.
La vida personal de
Loring, sin embargo, estuvo marcada por la tragedia. A los 15 años se
casó con su novio de la infancia y pronto se convirtió en madre
adolescente. Poco después perdió a su madre a causa de la bebida, y su
matrimonio se derrumbó. En años posteriores volvió a casarse varias
veces —incluso con un actor del cine para adultos—, pero ninguna
relación prosperó. Su carrera en Hollywood se movió entre apariciones en
series, telenovelas y películas de terror, hasta que finalmente dejó la
actuación y trabajó como relacionista pública.
Lisa
Loring falleció en enero de 2023, a los 64 años, tras sufrir un der**me
cerebral. Su hija Vanessa confirmó que partió en paz, acompañada de sus
dos hijas. Amigos y colegas la recordaron con cariño, reconociendo que
su legado va mucho más allá de la serie: ella será por siempre la
primera Merlina Addams, la niña que convirtió la oscuridad en un papel
entrañable.
Comentarios
Publicar un comentario