Entrevista del secretario de Estado Marco Rubio con Donald Trump, Jr. de “Triggered with Don Jr.”


 

A continuación unos fragmentos de la entrevista del secretario de Estado Marco Rubio con Donald Trump, Jr. de “Triggered with Don Jr.”.

PREGUNTA: Bueno, gracias de nuevo, Sr. Secretario, por su tiempo. Para empezar, fue interesante ver que ayer el Tribunal Supremo, en mi opinión, levantó inteligentemente la orden de restricción contra la Administración Trump en relación con la capacidad de deportar a El Salvador a los pandilleros asesinos y narcotraficantes del Tren del Aragua. ¿Podría hablarnos de la importancia de esto? Sé que usted ha lidiado con esto a diario. Sé que estuvo íntimamente involucrado, obviamente, cuando intentaban revocar el mandato para asegurar que no pudiéramos deportar a matones asesinos. Pero ¿podría hablarnos de esa histórica labor de coordinación con el presidente Bukele de El Salvador para sacar a estos criminales de nuestras calles?

SECRETARIO RUBIO: Bueno, un par de cosas. Lo más importante de ese fallo judicial es que decía que había que presentar la demanda, que había que comparecer ante el juez dondequiera que esas personas estuvieran detenidas antes de ser enviadas al extranjero. Porque ahora mismo, lo que estaba sucediendo era que estos activistas básicamente buscaban un tribunal; buscaban… buscaban foros. Se preguntaban: “¿Dónde puedo encontrar un juez federal favorable que me dé la mayor probabilidad de victoria en el tribunal?”. Así que hay más de 600 jueces de Tribunales de Distrito, y por lo tanto, hay un juez en Nueva Jersey, uno en Nueva York o uno en Washington D. C., básicamente, ordenando a todo el país. Es decir, uno de estos jueces federales tiene el poder de paralizar a todo el gobierno federal en los 50 estados y en cada uno de nuestros territorios. 

Así que creo que lo más importante que dijo el tribunal es, en primer lugar, que si se quieren impugnar estas medidas, hay que hacerlo en la jurisdicción desde donde se envían o se mantienen detenidos, en este caso, Texas, y claramente, por alguna razón, estos abogados no quieren ir a Texas a presentar la demanda, ¿verdad?

Y la otra es la facultad del gobierno federal para dirigir la política exterior. Tenemos un juez que básicamente intenta ordenar al gobierno federal, al poder ejecutivo, que repatrie a las personas. En esencia, intentan ordenarnos que vayamos al Presidente de El Salvador y le digamos que ahora deben repatriar a las personas. Así que no podemos vivir en un país, no es constitucional, donde los jueces dirigen la política exterior de Estados Unidos.

El viaje a El Salvador fue uno de los primeros que hice. Creo que fue a las dos, quizá tres semanas, de asumir mi puesto de Secretario de Estado. Me reuní con Bukele. Lo conozco desde hace mucho tiempo. Es muy proestadounidense, le tiene mucho aprecio al Presidente. Va a visitarnos muy pronto; creo que la próxima semana será cuando venga a la Oficina Oval. Y estuvo de acuerdo; dijo, miren, he construido estas cárceles y albergaré gente aquí. Primero, quiere a sus sicarios de la MS-13 que están en Estados Unidos, porque también son buscados por delitos en El Salvador. 

Y también está dispuesto a detener a miembros de esta peligrosa pandilla venezolana, y lo hace a una fracción del costo de lo que nos costaría aquí en Estados Unidos detenerlos. Esta es una de las pandillas más peligrosas de la historia, el Tren de Aragua, una de las pandillas más peligrosas que jamás hayan visto. Entran, se apoderan de comunidades enteras, y los queremos fuera del país. Venezuela no los aceptaba, así que tuvimos que encontrar un lugar donde enviarlos, y él tiene el lugar perfecto. Hicimos un trato con él a principios de febrero, y esta fue la forma en que se ejecutó. Estamos muy agradecidos.

Y desde entonces, enviamos otro grupo allí, no tan grande, pero si mira la lista de personas, al siguiente, creo que enviamos a nueve o diez. Si mira los antecedentes penales de algunas de estas personas, es uno de los peores grupos de seres humanos que he visto en mi vida, y me alegra que ya no estén en Estados Unidos.

PREGUNTA: Bueno, ver a los izquierdistas intentar defender a esta gente, conseguir que los liberen… quiero decir, es una locura. No puedo imaginar una civilización que pueda sobrevivir liberando a algunas de las personas más violentas de la historia de vuelta en nuestras calles. ¿Acaso están tan confundidos hasta el punto de que están dispuestos a todo por ello?

SECRETARIO RUBIO: Sí, creo que están tan afectados por todo lo que sucede con la expulsión de personas del país que casi automáticamente se asume que si te expulsan de este país, eres candidato al premio Nobel de la Paz o algo así… Es increíble. Uno lee estos artículos; estas son las personas más grandiosas que han vivido, y que, de alguna manera, se encuentran ilegalmente en nuestro país.

Pero es un punto muy sencillo y básico: ¿Qué país del mundo asumiría que millones de personas en una migración masiva, por no mencionar a miles y miles de personas que se sabe que pertenecen a pandillas peligrosas y tienen antecedentes penales en su país de origen o aquí, o forman parte de grupos que cometen delitos, quién lo haría… es la cosa más estúpida que he oído en mi vida que un país quiera mantenerlos en él? Sería… para una persona común en Estados Unidos, si le preguntara: “¿Deberíamos expulsar a la gente que está aquí ilegalmente y son delincuentes peligrosos?”, eso no hay ni que pensarlo. Eso debe ser una cuestión de 90 a 10 en Estados Unidos, ¿verdad?

PREGUNTA: El hecho de que haya incluso 10 me resulta chocante. Quiero decir….

SECRETARIO RUBIO: Cierto, o es posible que incluso sea mayor, ¿correcto?

PREGUNTA: Sí.

SECRETARIO RUBIO: Pero estos tipos siempre caen en la trampa, siempre caen en la trampa, ¿verdad? Y lo que básicamente le están diciendo al pueblo estadounidense es que estas personas que están en nuestro país ilegalmente, y que por cierto son peligrosas, de alguna manera tienen los mismos derechos, o incluso más, que los ciudadanos comunes de nuestro país que cumplen la ley, nacieron aquí, se naturalizaron aquí o son ciudadanos legales de Estados Unidos; básicamente tienen los mismos derechos que ustedes.

Es el mismo problema con los visados de estudiante. Tenemos este concepto, que se ha desarrollado, de que es, de alguna manera, un derecho que las personas puedan recibir un visado. Nadie tiene derecho a entrar a Estados Unidos ilegalmente, y mucho menos a permanecer aquí, y nadie tiene derecho a un visado. Un visado… negamos visados todos los días en todo el mundo porque creemos que alguien podría quedarse más tiempo del permitido, porque tenemos dudas sobre alguien. 

Si alguna de estas cosas es correcta, es hora, además de hacer lo que es bueno para nuestro país, de restablecer la realidad sobre lo que realmente son estas cosas.

PREGUNTA: Sí. Sospecho que el gobierno de Biden canceló muchos visados de personas que podrían ser el próximo astronauta, el próximo físico nuclear, el próximo… porque probablemente no eran votantes demócratas confiables. Pero creo que, más importante aún, como usted y mi padre han dejado muy claro, pandillas como el Tren de Aragua, parte del régimen narcoterrorista de Maduro que ha influido en la violencia contra ciudadanos estadounidenses, asesinatos, así como contra el pueblo venezolano, no es solo un problema extranjero; es un problema estadounidense, y está justo en nuestro patio trasero. ¿Qué más necesita la gente entender sobre la profundidad de esto? Porque no se trata solo de que se deshicieron de un par de personas. Es decir, esto… esto me parece una operación seria diseñada para socavar y dañar a Estados Unidos desde la base.

SECRETARIO RUBIO: Sí. No, no había duda de que se usó como herramienta en nuestra contra. Creo que la migración masiva se ha convertido en un arma contra Estados Unidos. Creo que con el paso de los años, con el paso de los meses, con la creciente comprensión del tema, habrá pruebas y evidencias. No cabe duda de que hubo un esfuerzo concertado, entre otras cosas. Es decir, ya había mucha gente que quería venir por diversas razones. Además, creo que hubo un esfuerzo concertado para empujar a la gente hacia Estados Unidos. No es algo sin precedentes. En 1980, Fidel Castro abrió sus instituciones mentales, abrió sus cárceles y, básicamente, inundó Estados Unidos de criminales de Cuba, y pagamos un precio exorbitante por ello. Así que no es algo sin precedentes.

En el caso del Tren de Aragua, era una pandilla carcelaria dentro de Venezuela. El régimen venezolano los expulsó del país sabiendo que muchos de ellos, primero desestabilizaron a diversos países vecinos de la región, pero finalmente se dirigieron a Estados Unidos. Vimos que esa tendencia comenzó probablemente en enero de 2023, cuando empezamos a ver un aumento en la llegada de personas.

En realidad, eran venezolanos quienes me contaban esto. La gente aquí en el país decía, miren, esta gente que viene ahora pertenece a las pandillas. Y al principio uno piensa: Bueno, ¿cómo lo saben? Pero tenían razón. Tenían toda la razón. Y empezamos a verlos en los lugares más inesperados. No era que todos vinieran a Miami. De hecho, iban a lugares como Chicago, Nueva York y Aurora, en Colorado, y se dispersaban por todo el país. Y entonces comenzaron los crímenes.

Así que no hay duda de que este fue un esfuerzo concertado del régimen de Maduro no solo para expulsar a estos pandilleros de su país, sino para que fueran a Estados Unidos y hacer pagar un precio a este país. Y no es… Es una estrategia sacada directamente del manual de Fidel Castro.

PREGUNTA: Sí. Bueno, María Corina Machado ganó el 92 por ciento de los votos allí en unas primarias abiertas a pesar de la brutal represión y la censura. O sea, la tuve en el programa hace dos o tres semanas. Hablaba de… es decir, si fuera a un restaurante, porque ni siquiera podía volar, conduciendo a un evento de campaña, cerrarían el restaurante incluso por atenderla. Quiero decir, ella es claramente la favorita del pueblo venezolano. Fue excluida de la boleta electoral. Pero incluso su sustituto, Edmundo González, ganó las elecciones por 40 puntos. Quiero decir, eso es…

SECRETARIO RUBIO: Sí.

PREGUNTA: Eso no es como lo que dicen, ganaron por puntos básicos, ¿dónde están las diferencias? Es decir, eso es bastante decisivo, incluso en ese régimen. ¿Diría que la oposición venezolana hoy está más unida y tiene más credibilidad que quizá en el pasado, y que eso puede realmente generar un cambio real en el futuro?

SECRETARIO RUBIO: Bueno, son más valientes que nunca, y ella en particular. María Corina Machado es una mujer increíblemente valiente. Quiero decir, si… y no critico a nadie al decir esto, ¿verdad?, pero si observamos a la oposición venezolana, un gran porcentaje de sus figuras conocidas viven en el extranjero, porque llega un momento en que la vida de sus familias se ve amenazada, les obligan a salir del país o se van. Viajan al extranjero para pronunciar un discurso y no les dejan volver. Ella se ha quedado. Pero está escondida. La buscan, la persiguen todos los días. Intentan atraparla; han intentado arrestarla un par de veces. Una valentía increíble. Una de las personas más valientes del mundo, y no creo que la gente la conozca lo suficiente. 

Pero la gente tiene que entender que, en este momento, ser parte de la oposición política en Venezuela es una situación que pone en peligro la vida. Es decir, le meterán en la cárcel. Han encarcelado a todos los que la rodean, a todos, y estas no son cárceles normales. Son condiciones atroces.

Así que no es un gobierno. El régimen de Maduro no es un gobierno. Gobiernan territorio porque tienen las armas y las fuerzas de seguridad, pero básicamente es una organización narcoterrorista con fuertes vínculos con Irán y el narcotráfico, y casualmente controlan territorio. Ni siquiera controlan toda Venezuela porque las regiones fronterizas con Colombia están controladas, abiertamente, por narcoguerrilleros.

Así que, quiero decir, si hubiera elecciones reales en Venezuela, Maduro perdería, como lo hizo, por un amplio margen. Pero, obviamente, la forma en que se mantienen en el poder es asesinando y encarcelando a quienes no están de acuerdo con ellos.

PREGUNTA: Bueno, conozco la Administración Biden… quiero decir, estos eran regímenes que estaban prácticamente contra las cuerdas hasta que cerramos nuestra propia producción energética, el oleoducto Keystone, y permitimos que Chevron llegara a un acuerdo con el régimen de Maduro que les proporcionó el dinero que estoy seguro fue desviado o canalizado de vuelta al régimen para mantenerlos en el poder. Es decir, no se me ocurre un ejemplo más flagrante de brindarle un salvavidas a un dictador literalmente terrorista que lo que vimos en el pasado.

¿Cómo podemos conciliar que eso haya sucedido en Estados Unidos, a pesar de las diferencias entre partidos? Quiero decir, es tan flagrante, y el hecho de que los medios ni siquiera hablen de eso, ni siquiera hablen de esto; pero si hacemos algo aquí, es que se expresan con tanta vehemencia sobre cualquier cambio en lo que, en última instancia, fue una política fallida que dio impulso a un dictador.

SECRETARIO RUBIO: Mire, en política exterior queremos ser maduros y realistas. Vamos a tener que lidiar con gente mala, ¿verdad? Vamos a tener que lidiar con gente que no cae bien, gente con la que no se está de acuerdo, pero para fines de política exterior, paz y todo eso, hay que lidiar con ellos, ¿de acuerdo?

El problema es que no se puede hacer de forma estúpida, y eso fue lo que hizo la gente de Biden. Fueron a Maduro y le dijeron: Bien, vamos a hacer un trato. Prometa celebrar elecciones libres y justas en unos nueve meses o lo que sea, y levantaremos inmediatamente las sanciones y le permitiremos empezar a producir petróleo y a cobrar por ello. Fue un acuerdo paralelo, por cierto, porque no anunciaron que habían cerrado este acuerdo con Chevron. Lo que no anunciaron fue que Chevron, mediante un acuerdo paralelo y secreto, podía pagar regalías al régimen de Maduro. Representó más del 25 por ciento de todos los ingresos provenientes del petróleo que ingresaban a ese régimen.

Así que hicieron ese trato. Bueno, no tuvieron… mencionaste las elecciones. Las elecciones fueron falsas. No tuvieron elecciones. Y después de eso, después de eso, dejaron el trato vigente. Lo dejaron vigente, a pesar de haber incumplido su promesa de celebrar elecciones libres y justas. Creo que la forma, si iban a hacerlo, y no creo que en este momento puedan hacerlo, es decir, primero tienen elecciones libres y justas, luego levantamos las sanciones. Y luego… pero ellos… e incluso si lo hacen como lo hizo la gente de Biden, al menos si no… si rompen su palabra, deshagan el acuerdo. Dejen de permitirles obtener dinero. Pero no hicieron nada de eso.

Así que creo que es un ejemplo más de la estupidez de nuestra política exterior, que otros países ven y dicen, bueno, demonios, se salieron con la suya; nosotros también deberíamos… deberíamos poder salirnos con la nuestra. En realidad es debilidad y estupidez.

PREGUNTA: Sí. No soy un experto en política exterior ni mucho menos, pero sé lo suficiente de negociación como para decir que no se debe renunciar a toda la influencia, ni darle a la otra parte todo lo que quiere antes de sentarse a la mesa para definir qué es lo que uno quiere. Se debe mantener la máxima presión sobre ellos para poder lograr cambios reales en las políticas.

SECRETARIO RUBIO: Sí. Bueno, si lo pongo en términos inmobiliarios, no se puede decir, bien, págame el edificio y me lo quedo de todas formas. (Risas). Y ese es básicamente el trato que hicieron. Es como, aquí tiene todo este dinero para… queremos comprar su hotel o su propiedad. Le vamos a enviar todo este dinero por ello. Pero, por cierto, se queda con el hotel y la propiedad. Se queda con el dinero y el hotel. Eso es lo que consiguieron estos tipos. Pueden conservar su dictadura y su trato, pero obviamente el presidente Trump es un tipo de presidente muy diferente, y eso ya se acabó.

PREGUNTA: Estoy de acuerdo. Sr. Secretario, ¿podría hablarnos del efecto de su exitoso liderazgo y de lo que parece ser un giro más amplio hacia el Hemisferio Occidental? Hemos visto comparaciones con la Doctrina Monroe. ¿Podría hablarnos de las oportunidades para sacudir los cimientos del comunismo en el Hemisferio Occidental y construir alianzas estadounidenses sólidas y duraderas en nuestro patio de atrás, ya sea con Bukele en El Salvador, Milei en Argentina, María Corina Machado en Venezuela, ojalá con el tiempo, y quizá con otros? ¿Qué le parece todo eso?

SECRETARIO RUBIO: Sí. Bueno, lo esencial es que Estados Unidos quiere ser amigo de nuestros amigos, ¿verdad? Así que, durante mucho tiempo, si se era un aliado estadounidense o proestadounidense en la región, les ignorábamos y, en algunos casos, incluso les tratábamos mal. Pero si era una molestia, como Nicaragua, Cuba o Venezuela, hacíamos todos estos tratos con ellos para que estuvieran contentos, ¿verdad? Así que hacíamos tratos con quienes nos odiaban y, o bien descuidábamos o, a veces, éramos abiertamente hostiles con los países proestadounidenses.

Así que hacemos lo contrario a todo eso. Y usted… y mire, quizá me olvido de algún país, pero usted habló de lugares como Guyana, Argentina, Paraguay, Costa Rica; el presidente de Panamá es muy proestadounidense, lo que significa que quiere ser nuestro aliado y socio; El Salvador, la República Dominicana. Así que hemos hecho un esfuerzo concertado para acercarnos a estos países que tienen gobiernos y líderes que quieren estar alineados con Estados Unidos, no solo en cuestiones regionales sino también internacionales, y encontrar una manera, queremos que esos líderes elegidos democráticamente regresen a sus pueblos y digan, oigan, hay beneficios al ser amigos de Estados Unidos; estos son los beneficios.

Al mismo tiempo, nos permite definir claramente los países cuyos gobiernos son enemigos de Estados Unidos, desafortunadamente, en Cuba, Nicaragua y, obviamente, el régimen de Venezuela. Así que los identificamos. Y luego, en otros, tenemos algunos asuntos difíciles que resolver, como con México. En cuanto a la equidad, creo que los mexicanos están haciendo hoy más contra los cárteles y la migración que nunca antes, y obviamente el mérito es del presidente Trump por ser tan firme al respecto. Pero ese es un ejemplo de cómo la interacción positiva nos ha permitido lograr resultados, nos ha permitido alcanzar un nivel de cooperación con el Gobierno mexicano que nunca antes habíamos tenido con presidentes anteriores.

PREGUNTA: ¿Qué le parecería ver eso? Porque, bueno, para mí es lo más importante. Gastamos billones en Ucrania; no importa. Quiero decir, no representa una amenaza clara y presente para nosotros, para todos esos asuntos. Pero, bueno, la frontera con México, ya sea, sinceramente, con muchos de los temas que seguramente está usted tratando, tanto en el comercio como con los cárteles, el tráfico de fentanilo, la trata de personas y la trata sexual de menores, me encanta ver a México hacer eso. ¿Qué más podemos hacer para ayudar a impulsar esos esfuerzos?

Porque, si lo vemos objetivamente, imagino que probablemente haya mucha infiltración de cárteles en el ejército mexicano. Se ve a un número X de candidatos presidenciales en México asesinados, probablemente por los cárteles.

SECRETARIO RUBIO: Sí, sí.

PREGUNTA: Existe influencia indebida. No es como una pandilla en California. Actualmente, estas son organizaciones paramilitares muy sofisticadas y bien financiadas. ¿Cómo podemos ayudar a impulsar el esfuerzo? Porque cuando veo que 100.000 estadounidenses mueren al año, dos vietnams al año, indiscriminadamente por consumo de fentanilo, me parece que ese es el peligro más evidente, claro y presente para Estados Unidos en cualquier asunto internacional que abordemos, cualquier guerra o conflicto.

SECRETARIO RUBIO: Sí, no, sin duda. Creo que lo primero es reconocer lo que acaba de decir, y le diré por qué lo reconocemos. Tiene toda la razón. O sea, hay jueces… por ejemplo, hablemos de extradiciones. Hay personas extraditables, buscadas en Estados Unidos; deberían ser extraditadas. Pero literalmente acuden a un juez corrupto y dicen, ese no soy yo, no soy José Sánchez, no soy Juan Ramírez, ese no soy yo. Y pasan 10 años en este proceso. Y luego hay gente en ese gobierno que quiere deshacerse de esas personas, que quiere enfrentarse a ellas, y simplemente tenemos que entender que en México, para que esas personas se levanten y digan, voy a enfrentarme a un cártel de la droga, no es que vayan a perder las próximas elecciones o a ser destituidos. Es que podrían ser decapitados. Podrían ser asesinados. Su auto podría explotar. Sus hijos y su familia podrían morir. Lo mismo ocurre con los periodistas que revelan todo eso.

Creo que parte de esto es desarrollar capacidades, es decir, trabajar con ellos. Los mexicanos tienen capacidades. Es decir, no son un país del Tercer Mundo. Tienen instituciones allí con las que colaboramos. Se trata de compartir inteligencia, ya sea alertándonos, oigan, estos sujetos creemos que han cruzado la frontera y están operando en Tucson; o informándoles, oigan, hay un cargamento de drogas o una red de tráfico de personas cruzando la frontera. ¿Pueden tomar medidas al respecto? Toda esa colaboración está en marcha ahora mismo, y es más intensa que nunca.

Ahora, hay más por hacer. Y si observan la frontera hoy, es la más segura de lo que probablemente la hayamos tenido durante mi vida, sin duda. Es decir, simplemente no hay nadie cruzando. De hecho, uno de los mayores problemas o quejas que escuchamos ahora es que hay personas que venían aquí, pasando por América Central; se dieron cuenta de que Trump ganó las elecciones y que hablaba en serio. Dieron un giro de 180 grados y ahora están como varados en estos países en el camino, ya sea México, Guatemala, Honduras, lo que sea. Están dando vueltas de 180 grados. Así que eso se ha detenido, y creo que los mexicanos merecen algo de crédito por ayudarnos en ese aspecto, porque de hecho han enviado más tropas de su Guardia Nacional a la frontera que nunca antes.

Mire, todavía tienen grandes problemas. Todavía tenemos que lidiar con el hecho de que hay zonas de México donde los cárteles de la droga son mucho más poderosos que el Gobierno. De hecho, es posible que el Gobierno ni siquiera esté presente allí. Ellos son el gobierno. Es una tarea enorme y requiere… tenemos que trabajar; no es solo un problema nuestro. Es decir, es el Departamento de Defensa, es Kristi Noem del DHS, es Tom Homan, son todos estos diferentes elementos del Gobierno los que están colaborando con los mexicanos. Esta es la colaboración más estrecha que hemos tenido con ellos. Tenemos mucho más por hacer, pero esta es la colaboración más estrecha que hemos tenido con los mexicanos, con las autoridades mexicanas, para abordar este problema, y ​​creo que aún queda más por hacer.

PREGUNTA: ¡Eso es estupendo! Mientras tanto, supongo que el Departamento de Estado… ya hablamos de visados, pero ustedes han estado confrontando agresivamente a los titulares de visados vinculados a grupos terroristas y extremistas. Me sorprende que eso nunca se haya hecho antes. Uno pensaría que sería una señal de alerta muy seria, pero al parecer no lo fue. Solo quienes compran gorras MAGA o biblias serían blanco de la Administración Biden. ¿Podrían explicar su misión y prioridades en relación con los extranjeros con visados que actúen en contra de los intereses de Estados Unidos?

SECRETARIO RUBIO: Sí. Así que, si ahora mismo se acerca a una ventanilla en una embajada y solicita un visado estadounidense, hay muchas razones por las que no se le permitirá ingresar: porque creamos que podría quedarse más tiempo del permitido por su visado, porque no nos gusten sus actividades políticas ni sus opiniones, o tengamos dudas sobre ellas. Simplemente no le otorgaremos el visado de forma proactiva, desde el principio. Mi argumento es que, si identificamos a personas así, a quienes no les habríamos otorgado un visado de haber tenido información, pero ahora tienen un visado y están aquí y conocemos la información, ¿no deberíamos pedirles que se vayan? En esencia, si no lo hiciéramos… si hubiera cosas sobre usted que, de haberlas sabido, no le habríamos otorgado un visado, deberíamos revocarle el visado. Así de sencillo.

Nadie tiene derecho a un visado. Hay todo tipo de razones por las que a la gente se le niega un visado. Hay personas que no saben por qué se les negó; simplemente no lo saben. Simplemente no estamos aceptando a más personas de ese país, o simplemente… lo que sea. Así que creo que, en definitiva, eso es lo que intentamos hacer ahora mismo: identificar a las personas de las que tenemos información y que, de haberla tenido, nunca les habríamos otorgado un visado. Y estamos revocando esos visados, y tienen que irse.

Ahora bien, creo que todo el mundo le diría esto, si me dijera que estoy solicitando un visado de estudiante para poder asistir a una universidad, y que mientras esté en su universidad voy a afiliarme, apoyar o incluso participar en grupos que van a tomar bibliotecas, pintar monumentos con aerosol, provocar disturbios, tocar tambores día y noche, acosar a estudiantes judíos; si me dijera que le van a vincular con algo de eso, nunca deberíamos haberle dado el visado. Ahora que lo está haciendo, deberíamos retirarle el visado. Y eso es lo que intentamos hacer y lo que estamos haciendo.

Sé que es mucho trabajo, pero es algo que quería hacer cuando era senador estadounidense. Llevo dos años y medio hablando de esto. Creo que es la cosa más loca que he visto en mi vida. ¿Qué país del mundo? ¡Qué estúpido, qué ridículo es que algún país diga: “Sí, traigan a más gente a nuestro país que va a causar disturbios en nuestras calles y en nuestros campus”! ¿Quién haría eso? Es una idiotez, y ya no hacemos idioteces.

PREGUNTA: Sí. Uno pensaría que una de las principales descalificaciones estaría en la solicitud, si se ocultan las verdaderas intenciones para estar ahí; eso en sí mismo sería descalificatorio. Y eso es claramente lo que hacen muchas de estas personas. Vienen fingiendo ser estudiantes, pero son mucho más activos en su papel de activistas del odio que en su intento de ser estudiantes.

SECRETARIO RUBIO: Así es. Y mire, al final, una cosa es ser ciudadano estadounidense, ir al campus y verse envuelto en estos movimientos; es muy lamentable, y creo que es un problema social que debemos afrontar como país: ¿por qué los ciudadanos del país más próspero y libre de la historia del mundo crían hijos que terminan odiando al país que hizo todo esto posible? Pero otra cosa es decir: Y, por cierto, también vamos a invitar a gente a nuestro país como huéspedes que se unirán y fomentarán estos movimientos. Simplemente para mí no tiene sentido.

Por cierto, esos no son los únicos visados que se están revocando. Es como si se tuviera una detención por manejar ebrio (DUI), si está aquí con un visado de estudiante y tiene un DUI o algún otro delito, la suspensión es automática. Y no lo estaban haciendo; eso no estaba sucediendo. Debería ser automático. Si comete un delito mientras esté en este país, su visado se cancela. No nos dijo que venía a infringir la ley; nos dijo que venía a estudiar y luego regresaría a su país. Y si no lo hacen, debería ser el fin de su visado. Y eso tampoco se estaba haciendo cumplir.

PREGUNTA: Sí. Y no es que no haya precedentes, ¿verdad? Es decir, no se puede entrar a Canadá si se ha tenido un DUI. Es decir, no se puede mentir sobre una solicitud en el pasaporte para ir a México. Parece que hemos tenido las leyes de inmigración más permisivas, probablemente el país al que la mayor parte de la gente del mundo querría entrar, y sin embargo, ni siquiera nos exigimos el mismo nivel que nuestros vecinos y, francamente, el resto del mundo.

SECRETARIO RUBIO: Sí. Nadie más lo hace así. Nadie más lo hace así. Somos nosotros los que… creo que algo se ha arraigado en la mentalidad estadounidense de que, de alguna manera, venir a Estados Unidos es un derecho, que todos en la Tierra tienen derecho a venir a Estados Unidos legal o ilegalmente si quieren. Y eso simplemente no es cierto. Nunca lo ha sido. Pero ese ciertamente no puede ser el estándar, ciertamente no el estándar legal. Y tampoco tiene sentido.

Todos los países del mundo deben poder controlar quién ingresa, cuándo entra y por qué. Tenemos que tener normas para todo eso. Y luego hay que hacer cumplir esas normas. Y simplemente… hemos perdido completamente el enfoque en eso, y en cambio hemos creado esta mentalidad que creo que realmente afectó a ambos partidos, de que deberíamos permitir que cualquiera que quiera entrar, que nuestra postura predeterminada sea: sí, entre, y ya lo veremos más adelante. Y esa ya no puede ser nuestra postura predeterminada. 

Y, por cierto, si se lo explica a los extranjeros, lo entienden perfectamente. Al menos en privado, lo entienden perfectamente.

PREGUNTA: Bueno, sí, me alegra que esté implementando ese cambio. Pero ¿cómo ve todo esto, ya sea el tema de la DEI, etc., y cómo se relaciona con el escándalo en torno a USAID? ¿Cuál es la situación actual de USAID? ¿Ha desaparecido? ¿Está lo que queda de ella completamente bajo su supervisión? Sé que ha reunido un equipo sólido y valiente, que incluye al vicedirector Chris Landau, al subsecretario interino Darren Beattie, quien ha participado en este programa muchas veces, y a otros. ¿Qué significa todo esto y cómo combatimos esos años de locura, de hecho?

SECRETARIO RUBIO: Bien, creo que la ayuda exterior es algo que debemos hacer y seguiremos haciendo, pero cada dólar que gastemos en ella debe lograr al menos uno de estos tres objetivos: fortalecer a Estados Unidos, hacerlo más próspero o hacerlo más seguro. Si el programa no cumple con alguno de estos tres objetivos, puede ser una gran causa y animo a la Fundación Gates y a organizaciones benéficas de todo el mundo a que lo apoyen, pero debe cumplir con alguno de estos tres objetivos.

Creo que el otro gran error con la ayuda exterior fue que la convertimos en una herramienta para exportar nuestras políticas internas de extrema izquierda, ¿verdad? Así que la extrema izquierda decidió que estas son cosas que consideramos buenas y también se convirtió en imperialismo cultural. Empezamos a usar la ayuda exterior no como una forma de fortalecer, hacer más seguro y próspero a Estados Unidos, sino como una forma de imponer la agenda política interna de la izquierda a países extranjeros. Y se convirtió en un vehículo para ello.

Creo que el tercer factor que se desarrolló con el tiempo es lo que llamo el complejo industrial de ayuda exterior. Me refiero a docenas y docenas de organizaciones no gubernamentales, ONG, que recaudaban cientos de millones de dólares para ejecutar estos programas en nombre del Gobierno de Estados Unidos. Y resultó, y no soy yo; Samantha Power lo habría dicho, que para entregar 12 millones de dólares directamente a la gente, hay que gastar 100 millones. Hay que gastar 100 millones para entregar 12 millones directamente, porque hay que pagar a la ONG, luego al subcontratista, luego al subcontratista del subcontratista y al subcontratista del subcontratista del subcontratista. Y antes de que uno se dé cuenta, está pagando a Hamás para que reparta comida o lo que sea. Y eso tiene que parar.

Así que revisamos casi 6.000 programas en USAID. Identificamos cerca de 900 que seguiremos implementando, ya sea en su forma actual o con modificaciones. Cancelamos unos 5.000 contratos, y ahora el objetivo es que todos esos programas sean administrados por el Departamento de Estado para que podamos revisarlos directamente, porque, recuerden, USAID estaba separado del Departamento de Estado. Hacían lo que querían.

PREGUNTA: Sí. Bueno, parece que fue a propósito, ¿verdad? Una vez que llega a las ONG, de repente no hay supervisión, así que ¿quién sabe adónde va ese dinero? Siempre me he preguntado, mientras observan, que DOGE descubre esto, y en tres días los siete altos mandos de Act Blue, la gran maquinaria de recaudación de fondos demócrata, desaparecen por arte de magia. Y durante años me he preguntado: ¿Cómo es que multiplican por cinco los fondos por cada escaño en el Congreso que podemos presentar? ¿Cómo es que multiplican por diez los de algunos? ¿Creen que hay alguna relación con que este dinero se devuelva a los demócratas, a la maquinaria de recaudación de fondos, u otros asuntos turbios? Porque ya no creo en las coincidencias como para creer que todo esto ocurrió mágicamente al mismo tiempo.

SECRETARIO RUBIO: Bueno, parte de eso se ha remitido al Departamento de Justicia para su análisis, pero lo que puedo decirles con certeza es que hay personas que han ganado mucho dinero formando parte del complejo industrial de ayuda exterior, formando parte de esta red de ONG que hacen cosas. Y luego, francamente, algunas cosas simplemente no tenían sentido, ¿verdad? Como usted, acabo de regresar de un viaje al Caribe donde visité Jamaica, Guyana y Surinam, la Cuenca del Caribe. Y su principal queja es que las ONG financiadas por USAID no se asocian con el gobierno, ¿verdad? Y luego, incluso se puede ir a las embajadas.

Por cierto, esto no se entiende bien. Siempre ha habido tensión entre el Departamento de Estado y USAID, porque hay algún embajador que dice, bueno, estoy intentando conseguir buenas relaciones. La política exterior de Estados Unidos es tener buenas relaciones con el líder de este país. Y luego USAID, operando desde su embajada, está financiando a la oposición política de ese líder que…

Así que vamos a realinear la ayuda exterior para ayudar a los países con lo que generalmente necesitan. Muchos de estos países se centran en la asistencia en seguridad. Quieren fortalecer sus departamentos de policía y fuerzas de seguridad para poder ser autosuficientes en la lucha contra estas pandillas y no necesitar ayuda exterior en el futuro. La mejor ayuda exterior es aquella que finalmente termina porque tiene éxito, porque uno acude, ayuda a alguien, se fortalece su capacidad y ahora puede gestionarla por sí mismo, sin necesitar más ayuda exterior. A eso debería dirigirse la ayuda exterior, no a la perpetuidad: estos programas existen desde hace 25 años. Si un programa de ayuda exterior lleva 25 años en marcha, no ha cumplido su propósito porque no ha resuelto el problema.

Para ver el texto original, ir a: https://www.state.gov/secretary-of-state-marco-rubio-with-donald-trump-jr-of-triggered-with-don-jr/

 

Comentarios