Instruyen a gobernadoras indígenas sobre faltas, delitos y servicios con que cuenta la Policía Municipal
Chihuahua, Chih.- Gobernadoras de los diferentes asentamientos indígenas
de la Capital, fueron instruidas por agentes municipales en faltas y
delitos más comunes contemplados en el Reglamento de Justicia Cívica del
Municipio de Chihuahua y en el Código Penal del Estado, así como los
diferentes métodos para reportar emergencias y programas con que cuenta
la dependencia para ofrecerles ayuda.
El evento contó con la
presencia de policías preventivos y las representantes de los citados
asentamientos, quienes mostraron una participación activa en la
ponencia.
Esta iniciativa que realiza el Gobierno Municipal, a
través de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), surgió con
el objetivo de informar y crear sinergia entre los diferentes grupos
sociales y étnicos que integran la población del municipio, para
hacerles saber los usos, costumbres y leyes que rigen a cada persona y a
las cuales deben acogerse para evitar conflictos con la autoridad.
De
acuerdo a las costumbres de la comunidad ralámuli, ciertos actos
podrían parecer normales y no punibles entre ellos, sin embargo, al
encontrarse dentro de la demarcación territorial del municipio, deben
acogerse a los reglamentos que lo rigen para lograr civilidad y armonía
sociales.
Además, un análisis de la DSPM, señala que, en la
mayoría de las ocasiones ellos desconocen la manera de pedir ayuda al
presentarse una situación de emergencia dentro de los Oasis o cómo y
dónde interponer una denuncia en caso de que ocurran delitos, por ello
la importancia de instruirlos al respecto.
La policía de academia
Nubia Herrera, quien se ha mantenido cercana a los miembros de la etnia
tarahumara, explicó que esta iniciativa surgió después de detectar que
ellos no hablaban a la línea de emergencias 9-1-1 para reportar sus
conflictos, por ello los buscaron para explicarles el funcionamiento de
ésta y otras alternativas de ayuda, además de las faltas y delitos más
comunes en que pudieran estar incurriendo.
“Una de las personas,
en uno de los asentamientos, me preguntó que si ellos, como cualquier
otra persona, podían y tenían el derecho a hablar y pedir ayuda a través
del 9-1-1, cuando se les presentaran emergencias, lo cual me
desconcertó sobremanera. Ahí me di cuenta de la necesidad de
concientizarlos al respecto, y le expliqué que el servicio de la Policía
es para todos, sin importar la raza, religión o género”, agregó la
oficial.
Comentarios
Publicar un comentario