En cinco sets, la selección mexicana varonil de Voleibol venció a
Bulgaria 3 - 2, en el Campeonato Mundial de Voleibol que se efectúa en
Polonia, resultado que la coloca en un compás de espera, en tanto
concluye la primera ronda de todos los grupos, para aspirar a entrar
entre los mejores terceros lugares a la siguiente fase del torneo.
Bulgaria
y México llegaron a su tercer partido del grupo C (donde también se
ubican el anfitrión Polonia y Estados Unidos) con marca de cero triunfos
y dos derrotas.
Con la urgencia de una victoria se enfrentaron
ambos exhibiendo muy similares papeles: inconsistencia de ataque, fallas
en la recepción, equipo muy desnivelado o heterogéneo y poca o nula
visión táctica desde el coacheo.
Ello repercutió en acciones muy
parejas. En realidad el juego tuvo un fiel de la balanza muy fino que
pudo ir hacia cualquiera de los lados. Como suele ocurrir en estas
circunstancias, el set con mayor carga emotiva fue el quinto.
La
ventaja por uno o dos puntos perteneció a Bulgaria todo el tiempo. Ya en
la recta final México adquirió mayor consistencia, cometió menos
errores y de llevó el triunfo. La batalla incluyó dos revisiones de
video que marcaron la diferencia para los aztecas y sumaron la victoria
angustiante por 18 - 16.
Aunque fue un triunfo, hasta el momento
queda en evidencia la gran diferencia entre las potencias mundiales del
voleibol y México, que carece de estructura y organización honesta,
visionaria y con prioridad en lo deportivo.
El dinero sigue ahogando a los dirigentes como Jesús Perales y el mismo Jorge Miguel Azair.
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