**En memoria de estudiantes y docentes de la institución, adornado con elementos tradicionales de la cultura Rarámuri y la perfumada flor de cempasúchil.
Como una forma de conservar y difundir las tradiciones mexicanas, la Universidad Tecnológica de la Tarahumara, organizó una serie de actividades alusivas, entre las cuales destacó la Feria del Hueso, donde la comunidad universitaria pudo conocer un poco de las raíces prehispánicas.
Al interior del plantel se realizó un altar de siete pisos, como marca la costumbre, fue dedicado a estudiantes y docentes fallecidos de la institución, y estuvo adornado con fotografías, objetos personales, pan de muerto, veladoras, incienso, papel picado, un camino de sal, ceniza y aserrín, el perro guía, elementos tradicionales de la cultura rarámuri y la perfumada flor de cempasúchil.
El rector de la institución, Carlos Servando Chávez Tisnado, señaló que “el Día de Muertos es una tradición que nos recuerda nuestros orígenes y la visión ancestral de los pueblos, nos invita a respetar y conservar sus usos y costumbres. Reflexionar en torno a la muerte nos conduce a vivir con entusiasmo y pasión, invito a los estudiantes a vivir su cultura y sus tradiciones, esto es lo que nos ha hecho fuerte como país”.
Como parte de la labor social que permanentemente realiza la UTT, se invitó a niños del Centro de Atención Múltiple (CAM), Guahochi, para que observaran y conocieran los significados del altar de muertos, posteriormente se les proyectó la película Coco, en la cual se reflejan los elementos que enriquecen esta festividad.
En una segunda función se invitaron a niñas y niños, así como al personal docente y administrativo de la universidad, con la finalidad de difundir la tradición y generar un espacio de convivencia.
Durante la tarde, se llevó a cabo el recorrido por las instalaciones de la institución, maquillados con personajes de la temporada, lo que generó un ambiente festivo.
El evento de la Feria del Hueso comenzó con la lectura de las divertidas calaveras, donde alumnos y alumnas escribieron de manera chusca a sus compañeros y maestros, historias sobre su encuentro cercano con la muerte.
Más tarde se desarrolló el desfile de catrinas y catrines, donde prevalecieron excéntricos vestuarios y maquillajes, principalmente caracterizados a Frida Kahlo y Diego Rivera, personajes de la película “Coco”, así como a revolucionarios, indígenas Rarámuri y a una pareja de novios.
Las instalaciones de la escuela fueron el recinto para escenificar las leyendas más conocidas y populares en forma general, como La Llorona, La Planchada y una Niña que se dice, se aparece en la Escuela Secundaria Técnica de dicha población.
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