Otro dirigente barzonista se encuentra en
la mira de los asesinos del crimen organizado y de los intereses que pagan por
sus servicios: Heraclio- Yako - Rodríguez. Así como en su momento fueron
ultimados luego de toda una escalada de agresiones en su contra Ismael Solorio,
su esposa Manuelita Solís y en febrero de este año, Alberto Almeida, así ahora
se está construyendo todo un clima de agresiones que El Barzón denuncia para
que no vaya a desembocar en el asesinato de Heraclio Rodríguez o alguna persona
de su familia. Hay que recordar que Yako,
como Ismael y Alberto fue del grupo que encabezó la lucha contra las tomas
ilegales de agua en la cuenca del Río del Carmen desde 2012. Actualmente
Heraclio cuenta con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (388/12), por las agresiones de que ha sido objeto El Barzón.
Esta vez las amenazas contra la familia de
Heraclio se vieron cumplidas el pasado 26 de diciembre por la noche en la
sección municipal de Benito Juárez. Namiquipa. Mientras su hijo Irving
Rodríguez se encontraba departiendo pacíficamente con unos amigos en la plaza
pública de ese lugar, hasta ahí llegaron los jóvenes Fermín Hernández, Diego
Cereceres y Jesús Mendoza Jr., descendieron de su vehículo portando armas
largas y cortas, amenazando a Irving de muerte: “Ahora sí te va a cargar la ch…” le gritaban. Luego llegó también
el padre de Mendoza, sujetaron a Irving, le pusieron una pistola en la sien y
se gritaban entre ellos: “Chíngalo,
chíngalo”. Irving logró dar un manotazo a la pistola con que era amenazado,
ésta se disparó y lo hirió en una mano. Luego se desató la refriega, hubo
varios disparos y resultó herido en una pierna uno de los agresores, Diego
Cereceres. El grupo se dispersó sin que acudiera ningún cuerpo policiaco a
imponer el orden y detener a los agresores.
Hay que aclarar que Fermín Hernández
comanda al grupo de “halcones” del crimen organizado que vigilan la región y
con él colaboran Mendoza y Cereceres y que es hermano de un elemento de la
Policía Municipal de Namiquipa. Esto viene a cuento porque poco rato después de
la agresión fueron detenidos por elementos de esta corporación en la carretera de Benito Juárez a Catarina
de Villela dos de los acompañantes de Irving Rodríguez. Emilio y Aviri
González. A pesar de ser del grupo agredido por los maleantes, fueron otra vez
agredidos por los policías municipales, retenidos durante dos horas, golpeados
y torturados salvajemente.
Estos hechos revelan la realidad de terror
que un día sí y otro también viven los habitantes de Namiquipa y municipios
vecinos: los cuerpos de la policía municipal están totalmente bajo el control
del crimen organizado, sirviendo a los intereses de éste en contra de la
ciudadanía. Esto se da con el conocimiento y la complicidad de la Fiscalía del
Estado e incluso del Ejército, como lo revela el hecho de que la Policía
Ministerial nunca acudió a la zona de las agresiones, pero sí presentó horas
después en la cabecera municipal de Namiquipa, con una pistola calibre 45 que
supuestamente portaba el agredido Irving Rodríguez. En este mismo sentido abona
el hecho de que pese a haber demandado la protección del Ejército al Secretario
de Gobierno, el destacamento tardó doce horas en llegar a la casa de Heraclio
Rodríguez, pese a que se encuentra sólo a 47 kilómetros de ahí.
Ahora Heraclio y su familia se encuentran
concentrados en la casa de éste para evita que la dispersión los haga blanco
fácil de los pistoleros a sueldo y de los cuerpos policíacos cómplices de
ellos. Quien se encarga de brindarles protección no son las fuerzas del orden
sino la misma gente de las comunidades circunvecinas que están decididas a
impedir cualquier agresión contra su dirigente y su familia, ante la tibieza o
abierta colusión de las fuerzas del Estado con el crimen organizado.
Ante todos estos hechos, El Barzón, el
Centro de Derechos Humanos de las Mujeres y numerosas organizaciones sociales
han decidido:
Denunciar públicamente y ante el Secretario
de Gobierno del Estado esta escalada de agresiones contra El Barzón, sus
dirigentes y sus familias.
Hacer responsable al Gobierno del Estado de
cualquier hecho que atente contra la vida, la integridad física y patrimonial
de Heraclio Rodríguez y su familia.
Exigir a las autoridades federales,
estatales y municipales, se ponga fin a la colusión y complicidad que los
cuerpos policíacos de diversos órdenes de gobierno mantienen con el crimen
organizado en Namiquipa y otros municipios del Noroeste del Estado.
Denunciar ante la Comisión Nacional de
Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos estas
continuas agresiones y pedir se exija al Estado Mexicano poner fin a ellas y
castigar a los responsables.
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